El Papa en Lesbos.
Francisco ha realizado un viaje humanitario para visitar a los refugiados de guerra que se encuentran en Lesbos, isla Griega del mar Egeo, donde miles de personas esperan ser deportadas a sus países de origen después de haber sorteado enormes peligros para llegar y haber vendido todos sus bienes para pagar el viaje a coyotes oportunistas. En el 2015 más de un millón de refugiados cruzaron el mar Egeo huyendo del conflicto bélico que se desprende en sus países de origen y en los primeros seis meses del 2016, se añadieron a la cuenta unas 140 mil personas, de las cuales 410 murieron ahogadas tratando de cruzar el Mediterráneo.
Desde hace varios días se ha registrado protestas en las fronteras, donde niños han coreado consignas a favor de la re apertura con carteles en los que expresan: «Nos matan silenciosamente».
Lo que ocurrió con la llegada del Papa. Las conmovedoras manifestaciones de dolor y consuelo que supuso su visita, así como también la indiferencia de algunos otros que no parecen querer ni siquiera darle la mano. La importancia de esa vista a nivel político cuando Europa restringe el acceso. Lo que dijo el Papa sobre eso y la pregunta latente de muchos, ¿Alcanza con los gestos?, ¿Es todo lo que el papa puede hacer ante lo que él mismo llamó «la peor tragedia humanitaria después de la gran guerra mundial«?
Mañana te contamos más cosas y hablamos con un analista internacional, Alberto Barlocci, sobre las repercusiones del viaje del Papa a la isla de Lesvos.