Aclaró 220 – Siete hábitos de padres que educan 28/10/2016

No me gustan las recetas del tipo sea feliz en diez pasos o encuentre su pareja en cinco, o sepa si el la ama en ocho.
Pero no sabía cómo decir que sólo hablaremos de siete hábitos de los buenos padres porque si hubiera que contarlos a todos hasta comenzaríamos a contradecirnos.
Algunas claves….
Mirar desde sus ojos: comúnmente se neducar-a-los-hijos-en-casaos olvida que los niños son niños, no adultos en construcción. Es decir, los niños no ven la vida como nosotros la vemos ni razonan de la misma manera….
Los niños piensan como niños, ven una oportunidad de juego en cada situación, aprovechan cada minuto para tener tiempo libre, sin obligaciones, sin normas, juegan y disfrutan del día. Por eso, es importante que, ante una situación de conflicto con los hijos, antes de actuar, de gritar, uno se pare a mirar desde la perspectiva del pequeño, su punto de vista, desde sus ojos.
Reflexionar: una vez dado el primer paso hay que reflexionar en cada situación. Es decir; respirar hondo y pensar si aquello que ha hecho es tan grave, tan importante o, por el contrario, es algo que se puede pasar por alto porque a mí como adulto me parece mucho, pero para él es simplemente una manera de hacer.
Escuchar activamente: en muchísimas ocasiones, cuando hay algún conflicto en casa, los padres no escuchan la versión de los hijos, no se les da ni siquiera la oportunidad de explicar sus motivos. Los niños siempre tienen un motivo para hacer lo que hacen, y éste, no tiene nada que ver con el motivo adultocentrista que los padres puedan imaginar. Ahora toca escuchar.
Diálogo: el diálogo es una de las herramientas más importantes para educar a los hijos. Hay que explicar, 554b5b6c98103_1420_dialogar, expresar los diferentes motivos y lo que se espera con toda la comprensión y la serenidad del mundo.
Tiempo de calidad: es importante e imprescindible pasar tiempo junto a los hijos. Es difícil con esta sociedad en la que vivimos, pero debe ser uno de los objetivos principales. Y debe ser tiempo de calidad. ¿Qué significa esto? Pues llenar el tiempo de escuchar y ser escuchado, juegos en familia, contar cuentos, hacer manualidades, relajarse juntos en el sofá, ver una peli de su gusto, ir a pasear en bici, hacer un bizcocho, etc., etc.
Pedir perdón: muchos padres se ofuscan en que sus hijos pidan perdón a sus hermanos, a sus amigos, a los mismos padres… e, incluso, les obligan a hacerlo cuando consideran que han hecho algo mal. Una vez más, se olvidan de que lo mejor que les podemos ofrecer es el ejemplo. Si queremos que integren el perdón como una herramienta para relacionarse, debemos pedírselo también a ellos cuando consideremos que hemos traspasado la línea del respeto.

 
 
 

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