ÁFRICA TIERRA QUE APASIONA… QUE CON SUS HERIDAS,
TODAVÍA ES CAPAZ DE CANTAR LA VIDA…
Hoy en la mañana de Radio Galilea dialogamos con el Padre Jorge Mario Crisafulli, salesiano, sacerdote y misionero.
El mismo nos relata su misión: «Llevo 20 años viviendo y trabajando en África Occidental: Ghana, Nigeria, Liberia y Sierra Leona.
Trabajamos con niños en riesgo, huérfanos del ébola, traficados, de la calle, víctimas de abusos. Pienso que la vida es un don, un regalo, y que tenemos que vivirla a fondo, en el servicio y en la entrega. Cuántas veces buscamos la felicidad propia separada de la de los demás. ¡No! La felicidad más profunda y permanente la encontramos cuando hacemos felices a otros. ¡No hay otra ecuación posible!
África es apasionante. Es cierto que es un continente de contrastes: hay tanta vida y tanta muerte, tanta alegría y tanto dolor, tanta esperanza y tantos desafíos al mismo tiempo. Yo quiero ser como una esponja capaz de absorber dolor para transformarlo en amor. Quiero luchar con todas mis fuerzas contra las causas de la injusticia y del sufrimiento de tantos niños y jóvenes africanos. Por eso estoy aquí dando mi vida, mi tiempo, mis talentos. He experimentado el Amor de Dios en mi vida y quiero que ellos lleguen a experimentar lo mismo: que Dios, que los ha creado, los ama y los cuida.
La alegría más linda en todos estos años: ver una sonrisa dibujada en el rostro de estos niños y niñas que llegan tristes y desesperanzados a nuestros centros. Que vuelven a sentirse amados y queridos. Que vuelvan a escuchar de nuestros labios: «Tú eres único. ¡Eres lo más importante para mí!»
Finalmente, una invitación: luchemos juntos para superar la indiferencia globalizada. Un mundo mejor y más solidario no es una utopía irrealizable, es una posibilidad más que posible. Manos Unidas, Misiones Salesianas, son un ejemplo vivo de esto. Todos juntos podemos derrotar la pobreza, sus raíces y sus consecuencias. Solo hay que apuntarse, superar la indiferencia y no borrarse.
Todos juntos podemos. Pongámonos la camiseta de la solidaridad; y a patear todos juntos hacia adelante para anotar el gol más lindo de la historia: haciendo de nuestro mundo un hogar para todos, un mundo más justo y solidario.»