En simples palabras hay asuntos que son de uno, otros que son de otros, algunos son nuestros y otros son exclusivos de Dios.
Tener claridad a cerca de esto no es sencillo pero es un brújula para el camino de la vida. Suele ocurrir que nos ponemos en el lugar equivocado y nos fusionamos con caminos que nos inmovilizan. No logramos nada y además nos perdemos de nosotros mismos.
La semilla que muere para dar fruto no muere a su potencialidad de vida, muere a su cáscara. Hay ilusiones depositadas sobre otros que son un corset para que Dios despliegue su potencial de vida en nosotros. En esos casos no hay que morir con las muertes de los otros sino ocupar nuestro lugar y hacer el duelo de las relaciones soñadas.
Compartimos hoy algunas pistas para salir de esos callejones sin salida. En www.radiogalilea.com.ar o haciendo click en “Usar aplicación” del Facebook de la radio.