Aclaró 389 ULISES Y PENÉLOPE entrevista al Psic. EDUARDO CONTRERAS 06/09/2017

Deja que haya espacios en tu unión…
Y permaneced juntos aunque no demasiado cerca uno de otro.
Pues los pilares del templo se mantienen separados,
y el roble y el ciprés no crecen bajo su mutua sombra.
En El Profeta, Jalil Gibrán

Ulises y Penélope, gobernantes del reino insular de Ítaca, se alegraron del nacimiento de Telémaco, su único hijo. Cuando se le llamó para luchar en la guerra de Troya, Ulises a regañadientes, se tuvo que unir a la flota que partió hacia Troya.
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La cruenta guerra de Troya se prolongó durante diez años. Cuando por fin Ulises logró iniciar su vuelta a casa, se le interpusieron más obstáculos todavía durante el viaje de regreso. De forma inadvertida ofendió a Poseidón, y el dios del océano envió muchas tormentas y vientos para hacer que el barco de Ulises perdiera el rumbo. Tuvo que superar numerosas pruebas y tentaciones, y durante algún tiempo lo sedujeron los encantos de la maga Circe, de la bella ninfa Calipso y de la princesa Nausícaa. Pero, por encima de todo, en su mente siempre estaban presentes su esposa y su hijo; y aunque le llevó otros diez años, finalmente logró completar su viaje a casa.Resultado de imagen para ulises y penélope
Entre tanto, Penélope se mantuvo en la esperanza de que su amado esposo lograría regresar con ella y con Telémaco. Durante su ausencia se presentaron muchos pretendientes en Ítaca, tratando de persuadirla de que abandonase la esperanza de volver a ver a Ulises y se casara con alguno de ellos. Todos codiciaban el reino de la isla. Y Penélope era todavía muy hermosa. Tuvo que hallar un modo de rechazar a los pretendientes (algunos dicen que fueron no menos de ciento doce), por lo que prometió que, una vez hubiese terminado de tejer un sudario para su suegro, elegiría a uno de ellos. Sin embargo, aunque trabajaba intensamente en su tejido durante el día, por la noche deshacía secretamente el trabajo que había hecho, de modo que nunca completaba su tarea. Aunque era difícil seguir creyendo en el regreso de Ulises después de veinte años, Penélope se las arregló para mantener su fe y lealtad, y fue recompensada con el definitivo regreso de su esposo y su feliz reunión.
COMENTARIO.
La imagen de Penélope tejiendo ha captado la imaginación de los lectores durante más de dos mil años. Se trata de un sudario que teje de día y que deshace de noche. ¿Qué podría significar esto como imagen de su lealtad, a pesar de que le ofrecen compañía capaz de mitigar su soledad? El sudario refleja el motivo de la muerte: la muerte del amor, el olvido del pasado, el final de anteriores lazos y apegos. Aunque cuando todos la ven continúa con su trabajo, al quedarse sola lo deshace, rehusando renunciar al amor, al recuerdo y al pasado entretejido que comparte con su esposo ausente.
Tejer es también una imagen arquetípica de la vida misma; Penélope rehúsa aceptar que el paño tejido que representa su vida anterior esté concluido, rehusando decirse a sí misma: «El amor se ha terminado»
Sería también interesante investigar qué es lo que permite que estas dos figuras míticas se mantengan mutuamente fieles. ¿Habría sobrevivido el amor de Ulises y Penélope a la vida diaria en Ítaca durante veinte años?, ¿O tal vez fueron los ideales de ambos, nutridos por la ausencia y el anhelo, los que les ayudaron a mantener vivo el romance?
Penélope lo acusa: «Me destruyes con tu voluntad de ausencia». Las Penélopes tejen, pero siempre lo mismo: el amor por Ulises.. Su argumento es la eterna actualidad del tejido que teje para (y con) Ulises, obra que le lleva todo el tiempo y todo su espacio. Un tejido que cada noche deshace y que reinventa cada día. No es por gusto de tejer que teje, sino por gusto de reproducir la imagen de ese amor. Resultado de imagen para ulises y penélope historia de amorPenélopes eternamente condenadas a la voluntad de permanecer. Pero esa sensación de destrucción (en la ausencia) es indisociable de una esperanza: la de la sensación aliviadora de reconstrucción (en su presencia) -condición de existencia de las Penélopes. La queja de la falta de Ulises alimenta la esperanza de que en cada retorno él le devuelva la certeza de ser mujer. La tan llorada amenaza de pérdida de Ulises es amenaza de una pér­dida de sí misma; amenaza apaciguada en cada retorno de Ulises, que le devuelve ese sí misma. Es como si para existir, ella estuviese condenada a repetir infinitamente esa secuencia ritual que culmina con el acto de su fundación como mujer. «Pero en cada retorno he de apagar lo que tu ausencia me causó … », en cada vuelta tuya, sabré de nuevo … y de nuevo … y de nuevo … que soy mujer.
Los Ulises viajan, no tejen. Andan por todas partes sin estar en ninguna parte. Hilos, humanos o no, no tejen, pero son pedazos-imagen de un mundo del que Ulises intenta apoderarse en cada aventura. El miedo de los Ulises es como la sensación de estar siendo devorado por Penélope. Ulises la acusa: «Me destruyes con tu carencia, con tu deseo de presencia Él precisa irse para mantener a Penélope bajo la amenaza de perderlo y en esa amenaza mantener vivo su deseo por él, deseo en el cual se refleja. Amenazada, Penélope grita su nombre a los cuatro vientos y desde el fondo de su desesperación le dice: «Yo no existo sin ti…», «sin ti, mi amor, yo no soy nadie … », Al oír eso, Ulises se alivia: en el desconsuelo de ella, se consuela. Estando de nuevo seguro ahora sabe: «En cada ausencia mía, yo existo en la espera llorosa de ella, que constato y vuel­vo a constatar en cada vuelta». Es en ese retiro ritual, hecho de una eterna fuga y de un eterno retorno en el que viven muchas parejas en círculos viciosos de repetición.
El mito de esta pareja, narra, desde tiempos lejanos, los modelos que se han reproducido durante siglos en muchísimas uniones. Uno vive en la sed de la distancia y el otro en la sed de la presencia, pero ambos se necesitan en ese desencuentro permanente que los atrae misteriosamente a pesar de la frustración. El psicoanálisis ha dado descripciones asombrosas de éste fenómeno. Por eso este miércoles entrevistamos a Lic Eduardo Contreras Psicoterapeuta y escritor en temas de la cultura, el arte y el psicoanálisis.
 
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2 comentarios de “Aclaró 389 ULISES Y PENÉLOPE entrevista al Psic. EDUARDO CONTRERAS 06/09/2017

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