Hay un pasaje del Evangelio en el que se cruzan dos mujeres enfermas,desvitalizadas y marginadas. Una lleva doce años perdiendo sangre (vida) y otra a los doce años muere sin vivir su vida de mujer.
La curación milagrosa de una se vincula con la de la otra. No se conocen, pero un misterioso entramado las va a unir para siempre en el relato de evangelista.
Algo nos quiere decir. Vamos a develar esa trama en la que muchas mujeres hoy pueden encontrar la hermandad liberadora que Jesús tejió para ellas.
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