Instalar el agradecimiento en el alma tiene que ver con la jardinería. Si el alma es una parcela espiritual, crecerán allí las semillas que se siembren. No es un acto de esfuerzo sino de inteligencia iluminada por la realidad. Seleccionar las semillas que tenemos hoy es una tarea ancestral que podemos traer a la memoria desde nuestros más remotos tiempos. Esto es lo que hay y con esto tendré el mejor jardín posible. Los otros, los de revista, los de propaganda, no existen aquí y ahora. Arrojar las semillas posibles, las mejores, y verlas despuntar en la tierra de nuestro corazón es motivo de alegría para el alma humilde.
Te invito a cultivar los motivos para estar agradecido en este presente que es tu parcela. Hoy en Radio Galilea.
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