Aclaró 603- El fracaso 06-12-2018

“Maestro, toda la noche hemos trabajado sin descanso y no hemos pescado nada” Lcs.5,5
Un mensaje para todos aquellos que cargan un sentido de fracaso
Este es un mensaje para todo aquel que está viviendo bajo una carga de desánimo. Al mirar tu vida, estás desalentado sobre expectativas fracasadas. Sientes que no has logrado mucho en tu vida, y a la vez que el tiempo se escurre ves que muchas promesas no han sido cumplidas. Por años has orado y orado, pero las cosas que creíste que Dios te habló no se han cumplido. Otros a tu alrededor parecen tenerlo todo bajo control, disfrutando el cumplimiento de muchas promesas, pero tu llevas un sentido de fracaso.
Al revisar tu vida, recuerdas todos los tiempos difíciles. Has trabajado arduamente haciendo todo lo que sabias hacer. Te has comprometido con valores y entregaste tu vida a su servicio.Sin embargo finalmente vino el momento en que te habías convencido, “He trabajado en vano. He gastado mi fuerza para nada. Todo ha sido inutil.” Ahora un sentido machacante se adentra, susurrando, “No has logrado la meta. No has sido nada efectivo. Tu vida es evidencia que no has hecho ninguna diferencia en este mundo.”
Si cargas con estos sentimientos de fracaso, entonces estas en buena compañía. Es más, estás parado entre gigantes espirituales.
Muchos grandes hombres y mujeres a través de la historia han terminado sintiendo que han fracasado en su llamado.
El profeta Elías miró su vida y lloró, “Señor llevame a casa. No soy mejor que mis padres, y todos te han fallado. Por favor, toma mi vida. Todo ha sido en vano” (parafraseado).
¿Y qué del Rey David? Estaba tan desalentado sobre lo que el creyó era una perdida de unción en su vida, que quería volar como un pájaro hacia un lugar desolado. “Oh quien tuviera alas como una paloma….” Entonces me iría muy lejos, y permanecería en el desierto” (Salmo 55:6-7).
Hasta el gran apóstol Pablo tembló con miedo al pensar que había gastado su vida como un obrero inútil. Le escribió a los Gálatas, “Temo que mi trabajo en vuestro medio haya sido en vano.” (Gálatas 4:11).
Ya hay movidas hoy que valoran el fracaso. Hasta se ha creado un Instituto del fracaso y plataformas donde los emprendedores de proyectos comparten exclusivamente fracasos.
Nuestra sociedad está profundamente herida de fracasos políticos económicos y sociales. Necesitamos atravesar los sentimientos y frustraciones con adecuada actitud para que las lecciones que nos dejan los fracasos no pasen de largo y nos convirtamos en una sociedad neurótica que tropieza siempre con la misma piedra.

Ir a descargar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir WhatsApp
¡Hacé tu consulta!
¡Hola!
Quiero conocer más sobre Mundo Galilea