La esperanza
«Hay un potencial de la indignación que genera esperanza: dejarse afectar por lo que es inhumano, que hiere cuando es evitable y ofende cuando es culpable,
es camino de esperanza» (X. García Roca).
La esperanza cristiana es una «esperanza indignada y arrodillada». «Indignada» juntamente con el Mesías de Dios a causa de los estragos humanos producidos por la injusticia, la violencia, la intolerancia y la indiferencia. «Arrodillada» ante los hermanos sufrientes como expresión no solo de adoración al Mesías presente en ellos, sino también de gratitud ante la experiencia de haber pasado de la muerte a la vida, precisamente porque amamos a los hermanos (cfr. 1Jn 3,14)
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