No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Efesios 4,30
“Querida Amazonía” y debates sobre ordenación a varones casados
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Mienten los medios que afirman que el Papa negó la ordenación de varones casados y mujeres diaconisas. El papa en su Exhortación publicada el 12 de Febrero no decreta ni a favor ni en contra de tal solicitud del Sínodo de Amazonía que se llevó a cabo en Roma. En tal ocasión los obispos de la región pidieron la ordenación de los viri probati ( varones casados) con dos tercios de votos a favor y uno en contra.
Grande fue mi sorpresa al leer el documento y advertir que Francisco no se manifiesta al respecto aunque todo hace pensar que prepara el terreno para una decisión favorable en el futuro. No solo por las expresiones que enuncia sino también por su insistencia en que se lea el documento del Sínodo ( donde entre otras cosas se solicita esa medida) y el valor que le da al mismo.
La centralidad que los medios le han dado a la esperada medida así como las especulaciones políticas sobre la alegada negativa del Papa integran la atmósfera siempre crítica y polarizada con que se abordan los temas eclesiales. Tan obsesionados por los temas sexuales como lo ha estado la jerarquía clerical durante siglos. La decepción a tal expectativa más vinculada a críticas cholulas me tiene sin cuidado y hasta lo considero un signo de contradicción interesante en tiempos de post verdad.
No así la decepción y perplejidad que experimentan los que están dando y dejando la vida en la resistencia sin tregua a un modelo inhumano, depredador, mercantilista y suicida que avanza sobre pueblos y ecosistemas en la querida Amazonía. Esa tristeza y desencanto duele. Sobre todo porque la expectativa de multiplicar pastores para el pueblo no está puesta en ganar una pruebita de pulseadas políticas sino en la apertura a leer los signos de los tiempos desde la acción de Espíritu Santo en el camino del Pueblo de Dios. La iglesia romana siempre tan lenta, vetusta y cerrada a los cambios que provengan de las periferias universales se encuentra en el desafío, a todas luces obvio, de cambiar o agonizar. Pensar que: o Dios ya no tiene fuerza para seducir apostolados, o que los hay por millones y las anteojeras de la institución no los quiere ver. Como yo creo profundamente en el Dios que no abandona no puedo adherir a la hipótesis primera y creo que nos espera una primavera de vocaciones después que los faraones se rindan ante las plagas de : seminarios vacíos, curas y obispos pedófilos, monasterios convertidos en hoteles , templos transformados en museos y fortunas de dinero en juicios y resarcimientos a víctimas de toda clase de perversiones por parte del clero. Muchas, demasiadas señales de que hay que “abrir las ventanas, ventilar el polvo”. Juan XXIII al convocar el Concilio Vaticano II decía: “durante muchos siglos se ha ido depositando mucho polvo sobre el Evangelio, y el polvo dificulta su lectura. Hay que abrir bien las ventanas sin miedo, es necesario que entre el viento de fuera y ventile todo ese polvo”
. Todas las ideas volcadas en sueños en la carta del Papa son los sueños de quienes amamos a la Iglesia, la creación y la vida https://www.aciprensa.com/…/texto-completo-exhortacion-apos…
Pero sabemos que el magisterio suele adolecer de una enorme dificultad para traducir en acción concreta lo que tan bellamente se propone vivir. Para hacer realidad esos sueños hay que tomar decisiones, haciendo lo mismo no se obtiene algo diferente. El método de ver, juzgar y obrar ha generado saltos cualitativos enormes en la Iglesia, éste Sínodo le ha incorporado un rasgo más: escuchar. Escuchar ciertamente no significa acordar, sin embargo la sordera del vaticano al pueblo de fieles ha generado un cansancio que ya fue descripto como “el cansancio de los buenos” Y esta vez parecía que la escucha iba a ser vinculante…… Aún no está dicha la última palabra
Cada vez que debe abastecerse y conectarse con el mundo, el padre misionero Nicolas Gomez navega varios días en bote ( y después un viaje en avioneta) para llegar al poblado más cercano de donde vive con una tribu de la Amazonía Ecuatoriana.. Me decía en una conversación: “no se hasta cuándo me darán las fuerzas para remar tanto tiempo ¡Cómo me gustaría saber que al retirarme la comunidad no queda huérfana y algún discípulo pueda continuar la tarea de tantos años”. ¿Qué le puede ofrecer la Iglesia?: llevar unas hostias consagradas en avión y luego esperar a que alguno salga de la selva para llevarlas hasta la tribu. PATETICO ¡NO? Un diácono podrá sostener todas las formas de vida comunitaria pero para poder pronunciar las palabras “Yo te perdono” o “Este es mi cuerpo” debe vivir en su pueblo en medio de la selva en abstinencia sexual toda su vida, lo cuál es, para la cosmovisión indígena( y para cualquier persona sensata, en esas circunstancias) un signo de anti-vida .El celibato se considera pecado en muchas etnias Las antiguas culturas de América consideraban el acto sexual como una revelación divina, un rito de fertilidad sin aspectos morales, y un hecho religioso de auténtica resurrección análogo al grano que muere en tierra para dar nueva vida. El acto sexual es un hecho sagrado y abstenerse de él es algo absolutamente contrario a la armonía natural
Recojo la expresiones del Papa en su Exhortación.
“Una cultura puede volverse estéril cuando «se encierra en sí misma y trata de perpetuar formas de vida anticuadas, rechazando cualquier cambio y confrontación sobre la verdad del hombre». ….Por ello, este interés en cuidar los valores culturales de los grupos indígenas debería ser de todos, porque su riqueza es también nuestra.»
Las expectativas y debates en torno a ordenar sacerdotes a hombres casados tiene muchas aristas y toca temas sensibles. Comenzando por la tan reiterada afirmación de que el celibato es un “don” hasta la confusión que asocia continencia con perversiones sexuales, en general se debate de todo sin distinción de planos. Los hay teológicos, bíblicos, psicológicos, pastorales, políticos e históricos. Cada punto de vista es importante siempre que cada uno conserve su propia caja de herramientas y no se use el bisturí para aflojar un tornillo.
Es muy austero lo que piden los obispos de Amazonia, no sobra el tiempo, faltan recursos humanos y abundan los mártires, individuales y colectivos. Cada etnia que perece es un rostro de Dios que se eclipsa, cada especie un tesoro de genes que se pierde. La Iglesia tiene un enorme potencial aún inexplorado y Amazonía también. Ese es, me parece, el único matrimonio que le urge al Padre divino: abrazar a la madre tierra y sembrarla de hijos humanos que celebren la vida y alaben el amor.
Te invitamos a conversar sobre éste tema éste sábado 22 de febrero en Radio Galilea
A las 9.30 se repte a las 18 y 23 horas se repite el tema central.
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