Cómo nutrir la esperanza.
“Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento.”
En la comarca de la fe cristiana el Adviento es un tiempo para contemplar un embarazo divino.
Entrar en el útero de una humanidad que gime con dolores de parto el advenimiento de los hijos de la luz. La esperanza es la gracia de éste tiempo sagrado que busca sostener nuestro corazón desfalleciente de tantas frustraciones. La figura central de éste tiempo es María. Esa jovencita embarazada atravesó el advenimiento con dos claves: por lo que pasó …..¡Gracias!. Por lo que ha de venir …¡SI!
Sin embargo no es tan sencillo decir gracias por lo que pasó cuando se derrumbaron todos los sueños, el dolor estruja el alma o se perdieron las fuerzas.
Tampoco es fácil decir sí a lo que ha de venir cuando los pronósticos son oscuros y la angustia de la incertidumbre supera al optimismo más tenaz.
María es hija de la ancianidad estéril, compañera de cuidados de otra anciana estéril, piedra de escándalo de un compañero fiel, madre soltera en un mundo que lapidaba a la adúltera y portadora de un Dios que no le ahorraba ningún conflicto. Ella sabe…..Ella puede guiarnos a abrir la puerta para que pase la gracia de la esperanza. Una gracia que tiene más que ver con el velar que con el esperar. Con la atención que con la expectativa, con el arder que con el luchar. Por eso les pido que tengan a mano una vela para nuestra oración del mediodía porque ella, la vela, nos puede enseñar algunas cosas.
Repito será la vela la que con la gracia del ángel de la esperanza nos enseñará la danza de su misterio.
La esperanza es una gracia, no me canso de repetirlo. Viene, se esconde, se duerme, como Jesús en la barca, pero sigue soñando sueños colectivos, humanos y eternos. De pronto se despierta y calma las tormentas de la tristeza y luego nos abandona….. y creemos que se olvidó de nosotros. Pero si seguimos en nuestro puesto de vigía la veremos volver con las luces de la aurora con un regalo mayor.
¿Cómo está viviendo la esperanza en tu corazón? ¿Está dormida, se opacó su brillo o crees que se marchó?
Los invito éste sábado a compartir la gracia de la esperanza, especialmente a aquellos que se sienten abandonados por ella. María Nuestra Señora Gaucha del Mate nos cebará sus secretos.
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