Carlos Mugica: a 50 años de su muerte.

Momentos complicados estos para exaltar la figura de un mártir que además era un militante del peronismo. Sin embargo nunca más necesario: Como casi todos los santos americanos Carlos fue llamado a ser levadura en la masa de la historia y no hay manera de serlo sin “contaminarse” de esa manía que tiene Dios de no ser indiferente al clamor de los pueblos. Dios siempre, siempre toma posición ( siempre molesta bah!) y los cristianos interpretamos esa posición CON LAS CARTAS QUE TENEMOS EN CADA SITUACIÓN HISTÓRICA. Las cartas pueden cambiar, la opción preferencial NO, no y no. Porque esta no es una opción en abstracto: si se andamos por la historia, hay que elegir caminos. O hacerlos. Asi ha sido siempre.

Si uno lee a los profetas del Antiguo Testamento encontrará cosas como esta en todos los profetas.

«Sé bien vuestros muchos crímenes e innumerables pecados: estrujáis al inocente, aceptáis sobornos, atropelláis a los pobres en el tribunal” .Dirigido a los jueces ( Amos 5,7)

Escuchen ustedes ( comerciantes) los que exprimís a los pobres y elimináis a los miserables.

Pensáis:¿Cuándo pasará la luna nueva para vender trigo?Para encoger la medida y aumentar el precio, para comprar por dinero al desvalido

y al pobre por un par de sandalias. Jura el Señor por la gloria de Jacob

no olvidar jamás lo que han hecho! Dirigido a los comerciantes (Amos 8,4-7)

Obviamente hoy ni molestan ni preocupan las denuncias políticas de aquellos profetas como tampoco molestan las que tuvo Jesús. Herodes, los escribas, los fariseos, los publicanos, el Sanedrín ¿A quién le importa hoy? ¡Te imaginas las etiquetas que le pondrían hoy al Galileo, si trasladamos aquellos intereses a los actuales?

Lo deslumbrante de Carlos Mugica, igual que Romero, Angelelli y tantos, tantos otros, es su enorme libertad para mantener su centro en la verdad del Evangelio. Tanto es asi que hasta hoy hay dudas de si fue asesinado por la Triple A o por los Montoneros.

Mantener la libertad tiene un costo altísimo siempre, pero cuando te involucrás de verdad con los sufrientes de la historia esa opción se paga muy caro, incluso con fuego amigo.

Es una reverenda tontería asignar a estos santos una bandera política que oscurezca su verdadera y radical opción: Jesús de Nazaret. Luchan a brazo partido, hasta que son abatidos, por mostrarle a su pueblo que hay un camino de liberación de toda clase de idolatría. Que luchar por la justicia está en el corazón mismo del cristianismo mucho, pero mucho antes de ser bandera ideológica o partidaria. A partir de esa fuente se hace política desde la fe, y sacar la fe fuera de los templos siempre es correr riesgos. Por aquellos tiempos riesgo de muerte. Nadie más desamparado que el que queda en medio de un fuego cruzado, como el pobrerío.

Lo que dejó Carlos Mugica se puede observar visitando la Villa 31: pintado está su retrato en las estrechas paredes y chapones que intentan cubrir la indigencia. En definitiva quien fuera un hijo de una encumbrada clase de la oligarquía porteña, eligió embarrarse los zapatos y la vida hasta que su sangre fue tragada por el «El álamo» ¿Lo hizo por Perón, o por su Maestro?

Dice Galeano:

“Su maestro había muerto, en Jerusalén, de muerte infame, en la cruz donde morían los criminales y los ladrones. A Carlos Múgica una ráfaga de balas le partió el pecho en Buenos Aires.

El sacerdote Orlando Yorio, su amigo, su hermano en la fe, quiso lavar la sangre de Carlos. Trajo un balde de agua y una escoba; pero los policías no lo dejaron. Y Orlando se quedó parado ante la casa, escoba en mano, los ojos clavados en la sangre: era un charco enorme, un lago, como si aquella sangre espesa y grumosa fuera de muchos.

Orlando estuvo allí, quieto, y allí siguió cuando la lluvia se descargó de pronto, sin aviso, desde el cielo. Y él no se movió, acribillado por la lluvia, mientras la lluvia se llevaba toda la sangre hacia el pie de un álamo. El álamo, alto y desnudo, la bebió hasta la última gota.”( Eduardo Galeano basado en el testimonio del Padre Orlando Yorio).

Este sábado 11 de Mayo se cumplen 50 años del asesinato de Carlos Mugica. Te invito a escuchar el tema central: conversando con Jorge Benedetti. Sociólogo, empresario, escritor, conferencista, docente y autor de un libro sobre vida y obra de Carlos Mugica aún no editado.

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