«El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia» Revista Democratic Review Nueva York 1847
Esta semana se han cumplido 50 años del golpe militar a la Casa de la Moneda: sede del gobierno de Chile, por aquel entonces en manos de Salvador Allende.
Los documentos secretos desclasificados por EEUU recientemente han demostrado lo que todos ya sabíamos: El golpe fue directamente diseñado, financiado y ejecutado por el presidente Richard Nixon por intermedio de su embajador en Chile. Resulta escalofriante (e indignantes) la lectura de las órdenes impartidas desde Casa Blanca: Para lograr derrotar a un gobierno democráticamente elegido y comprometer a las fuerzas armadas chilenas ( que tenían una firme tradición histórica democrática), fue necesario eliminar al Comandante en jefe del esa fuerzas, el general René Schneider, asesinado impunemente el 22 de octubre de 1970 por un grupo de tareas que viajo de los EEUU a matarlo por negarse a liderar un golpe militar.
Esta injerencia tan brutal de los EEUU en el destino de un pueblo que está, además, en el otro extremo de su mundo, es una muestra más de algo que ha sido estudiado, escrito y descripto: “La doctrina del destino manifiesto”. Y como radio cristiana nos compete conocerla.
Según ella, la nación norteamericana se siente depositaria de un mandato divino y mesiánico, heredera de las promesas bíblicas hechas a Israel en diversos libros del Antiguo Testamento, donde Dios lo llama “el pueblo elegido para llevar luz a las naciones”. Abundan estas declaraciones divinas de Yahvé a Israel. Solo algunas de ejemplo.
“Pídeme, y te daré en herencia las naciones y serás dueño de los confines de la tierra. Slmo 145
“Haré de ti una nación grande, Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra. Gen 12,2-3
“La gloria de tu reino dirán, y hablarán de tu poder, para dar a conocer a los hijos de los hombres tus hechos poderosos, y la gloria de la majestad de tu reino. Salmo 145
Desde esta perspectiva, las invasiones, injerencias o las guerras en las que intervienen los EEUU.se encuentran legitimadas por una supuesta bendición divina y un destino mesiánico manifestado por Dios. La frase popular con que se los designa “la policía del mundo” no es un título de prensa, fue pronunciada por el mismo Theodore Roosevelt en su mensaje anual de 1904 adjudicándole ese derecho y rol a los EEUU.
Este sábado en Radio Galilea te contaré a cerca de esta supuesta elección divina del mesianismo norteamericano. Veremos cómo está omnipresente a lo largo de toda su historia y, para sufrimiento nuestro, en la nuestra también.
En la imagen el cuadro de John Gast titulado El Progreso Estadounidense. Es una representación alegórica del Destino Manifiesto Una mujer angelical (a veces identificada como Columbia, una personificación del siglo xix de los Estados Unidos de América) lleva la luz de la civilización. Los amerindios y animales salvajes huyen en la oscuridad hacia el incivilizado Oeste.
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