EL PERIODISMO-entrevista a Rodrigo Paris 18-09-2021

“Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante” Ryszard Kapuscinsk (periodista, poeta y escritor polaco)Se dice que uno de los roles fundamentales del periodismo es controlar al poder. Hay muchas películas, basadas en historias reales, que cuentan a cerca de la valentía de periodistas que enfrentaron al poder político con graves riesgos para sus vidas, sin dejar de mencionar que en numerosos casos se pagaron esos costos. “No se olviden de Cabezas”Pero el control sobre el poder tiene dos condiciones insoslayables: una, supone investigaciones serias y dos, que lo que se controle no sea exclusivamente un solo poder, por ejemplo el político (que no siempre es el poder real)Lo que se observa en las últimas décadas es la tendencia a remplazar la investigación por la opinión; con el agravante que demasiadas veces son opiniones infundadas: el cabildeo de pasillo, la bravuconada de “esto no te lo dice nadie”, las fuentes que nunca se pueden revelar (dimes y diretes), cuando no fotos truchas, humo de guerra, falacias, y demasiadas veces relatos cínicos ( cinico: actitud de la persona que miente con descaro) El prestigio de aquel periodismo honorable que, sin renunciar a su línea editorial, se imponía el límite de la verdad… se derrumba.En cuanto a los actores del poder que se investigan, las pocas veces que efectivamente se lo hace, tenemos una grieta abrumadora. Los grandes jugadores de la información generalmente ponen en la mira a las instituciones: iglesia, gobierno, y figuras representativas de la política. Pero mantienen en un bajísimo perfil al poder económico y financiero. Ni hablar de investigarse a sí mismo, o sea a los medios como tales. Los medios de izquierda apuntan al poder económico con información teñida de una militancia explícita más parecida al boletín panfletario que a la vocación periodística. En ambos perfiles, es difícil distinguir la veracidad de la verosimilitud y el periodismo queda peligrosamente cercano a una puesta en escena teatral, con un libreto creado con fines ajenos a la información: los oscuros intereses de la agencia que lo produce.Así sobreviven como pueden los periodistas, siempre en el límite entre el show y la información. Mejor pagado, en general, el que más espectacularidad genera.No puede ser ajeno a ningún cristiano este drama. No solo porque la información es un derecho humano consagrado, sino porque somos seguidores de quien sabiamente dijo “la verdad los hará libres”. Y si bien hay muchas dimensiones de la verdad, no dudamos que la verdad histórica es intrínseca, como en pocas religiones, a la pasión cristiana.La verdad tiene en América Latina centenares de mártires. Algunos célebres y otros anónimos. Millones que yacen en el subsuelo de nuestra tierra, en fosas comunes, en el fondo de los mares o en cenizas esparcidas. En estos días hemos asistido a un torbellino de “últimas noticias” abrumador. A lo privado se le montó lo escandaloso, a lo público lo indignante y a lo transitorio lo catastrófico ¿Quiénes construyen esa narrativa de escándalos, indignaciones y catástrofes? ¿Por qué lo hacen? ¿Qué efecto tienen sobre nuestra subjetividad? Tengo que decir que aunque soy bastante consciente de estos manejos de la información no puedo sustraerme a su efecto abrumador. Siento angustia. Veo mucha crueldad. Es una guerra invisible cuyas bombas también matan la esperanza de la gente ¿Qué se puede crear sin esperanza? “Se deja de temer aquello que se aprende a comprender” decía la gran Marie Curie.( dos veces premio Nobel.) Necesitamos comprender qué está pasando con la información que consumimos y que tantas veces nos crea desasosiego, odio o miedo.Rodrigo Paris es periodista, politólogo, máster en Relaciones Internacionales y en Innovación y Desarrollo Económico de la Universidad de Harvard .Ex diplomático ante el Reino Unido, encargado del área de Derechos Humanos. Desde 1999 ha vivido en seis países de Europa, Asia y América y siempre su línea de trabajo ha estado enmarcada por la defensa de los derechos humanos aprovechando las ventajas y retos que generan para ello los medios de comunicación Ha trabajado para grandes medios informativos internacionales y en 1989 sobrevivió al atentado de un coche bomba contra el diario El Espectador, el más antiguo diario de Colombia, premiado por sus investigaciones sobre el narcotráfico. Las mismas que además del premio le valieron la bomba. Trabaja desde 2013 como director para Latinoamérica de la ONG de India Barefoot College (Universidad de Pies Descalzos) que inspiró nuestro primer contacto con él y luego con Emiliana Chamorro.Brindó una conferencia en la CUMIPAZ 2016 en la Sesión Justicia y Democracia sobre el rol de los medios (que en su momento publicamos) muy iluminadora para abordar esta temática y comprender que estamos ante una “dictadura informativa”.Este sábado en Radio Galilea conversamos con Rodrigo Paris. Un privilegio que no te podés perder. Mientras hacés tus tareas mañaneras te convidamos tanta experiencia y comprensión que ha cosechado como periodista, funcionario y mediador entre el mundo de los descalzos y el mundo del conocimiento.

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