Entrevista a Kai Pacha Presidente de la asociación civil Pumakawa 18-07-2020

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Kai Pacha Presidente de la asociación civil Pumakawa

Qué nos motiva

¿Por qué cuidamos nuestros animales nativos?
Las especies nativas de una región cumplen un rol imprescindible en los ecosistemas. La conservación de flora y fauna mantiene el equilibrio natural.
La causa principal que amenaza a la fauna silvestre argentina es la destrucción de su hábitat natural. Otras causas que contribuyen al empobrecimiento de fauna silvestre son el mascotismo, la introducción de especies exóticas, la contaminación así como la caza y tráfico ilegal de animales.
Al mantener poblaciones suficientemente numerosas de fauna, nos aseguramos la diversidad genética que se precisa para la supervivencia de las especies.

¿Por qué reconstruimos el monte?

En la provincia de Córdoba existe una alarmante realidad: nos queda menos de un 5% de ambiente con flora nativa y la causa de esa pérdida está directamente relacionada con nuestras actividades de desmonte. Por esa razón, desde Pumakawa queremos proponer acciones concretas que ayuden a revalorizar el monte nativo. Para lograrlo, el primer paso es escuchar ese grito de la naturaleza que pide que dejemos de talar urgentemente. El segundo paso es poner manos a la obra y comenzar a conocer más y a plantar más plantas nativas.

En Pumakawa, reserva natural dedicada a la flora y fauna silvestres, se ha desarrollado un banco de semillas nativas que se transformarán en plantines para a la reforestación de las sierras.

Qué nos motiva a conservar nuestra flora

Es de fundamental importancia la reconstrucción del ambiente serrano con especies nativas.

Las especies originarias forman parte del equilibrio natural de nuestra región. Con la introducción de especies no nativas la armonía se rompe. Y con la ruptura del equilibrio aparecen las plagas. Un ejemplo de ello ocurrió en nuestra región, con la introducción de una especie de flora no nativa como la del eucalipto. En ellos, las loras de nuestras sierras pudieron hacer sus nidos mucho más alto de lo que sus depredadores naturales pueden alcanzar y de esa manera, su población se acrecentó desarmónicamente.

Otra razón para multiplicar la flora nativa es que nuestras aves autóctonas disfrutan de los frutos de los piquillines, los talas y las pasionarias. Lamentablemente, desde hace décadas hemos obligado a nuestras aves a reemplazar sus dietas naturales por frutos de grataeus, una especie invasora que tiñe de rojo las sierras cordobesas. ¡Ya es tiempo de devolver al monte su sombra verdadera y a las aves sus manjares preferidos!

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