Entrevista al Padre Eleazar López Hernández, sacerdote perteneciente al pueblo zapoteca del Istmo de Tehuantepec, México, que ha dedicado toda su vida a acompañar a los pueblos indígenas en su relación con la iglesia.
(Desde 1970 está involucrado en la Pastoral Indígena Nacional y, a partir de 1976, es miembro del Equipo Coordinador del Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas, CENAMI. El encabezó el movimiento de Sacerdotes Indígenas de México, en sus inicios, y es actualmente uno de los principales impulsores de la Teología India a nivel latinoamericano)
En busca de La Tierra sin Mal
El sueño de todos los pueblos del mundo y especialmente de los pueblos originarios de América Latina, los indígenas, es poder vivir en paz en una tierra sin mal. Es un sueño y uno de los derechos fundamentales de toda la humanidad.
Los pueblos indígenas del pasado, más que expertos conocedores de las estrellas, de la medicina, de las matemáticas, del tiempo, del arte de las plumas, eran expertos en humanidad y en la sabiduría de Dios. Las teologías indias o de los pueblos indígenas de este continente, manifiestan la particular manera de relacionarnos con Dios, de vivir en su misterio y de construir con El/Ella el mundo ideal soñado por sus antepasados. Hemos de agradecer a los indígenas que se animaron a compartir entre todos, en forma sencilla pero muy profunda, sus reflexiones sobre Dios Padre y Madre. El Dios que, desde el inicio, ha sembrado las semillas del Verbo en cada etnia y cultura, es el mismo Dios que constantemente ilumina las reflexiones teológicas de los pueblos y de sus sabios y sabias.
El padre Eleazar López Hernández es presbítero zapoteca. Pueblo originario de México. Ha dedicado su vida a difundir la teología india. En la presentación del IV Encuentro Latinoamericano de Teología India bajo el lema “En busca de la tierra sin mal”, dijo:
“Un anciano de mi pueblo expresaba al final de sus días, las siguientes palabras:
¡Ay cultura de mi raza,
lengua de mi pueblo!
Motor de mi existencia,
Yo sé que desaparecerás
El día que desaparezca el sol
Esa es la convicción de mi pueblo, esa es nuestra esperanza contra toda esperanza. Que los indios duraremos en la tierra mientras dure el sol en el firmamento. Pero para quienes nos miran desde lejos y con un corazón de piedra los pueblos indígenas somos población sobrante, somos gente en camino a la muerte. No creen que tengamos futuro ni, mucho menos, que podamos contribuir para el futuro de la humanidad. Sin embargo, muy a pesar de los incrédulos, los pueblos indios somos gente del mañana, porque soñamos el futuro; en ello reside nuestra fuerza y nuestra propuesta revolucionaria.
Los sueños de nuestros pueblos son la herencia inquebrantable de los pobres, el arma mejor con que los indios enfrentamos la ignominia de los poderes de la muerte. Quien sueña futuros de vida puede romper las cadenas de la opresión, puede superar los cataclismos de la naturaleza y los caos sociales de la modernidad. Eso lo saben nuestras ancianas y ancianos, nuestras sabias y sabios. De los soñadores es el futuro. Por eso nos encontramos juntos aquí para enlazar nuestros sueños, y así romper las tinieblas de la noche y de la muerte. Como nos dijo el Papa Juan Pablo II en Yucatán, México, en 1993, los indios estamos llamados a ser los evangelizadores de este continente; nuestras culturas y espiritualidades milenarias nos hacen luz del mundo y sal de la tierra. Finalmente, reafirmamos nuestra esperanza regada por la sangre de miles de indígenas mártires en que:
‘Los árboles den fruto, los ríos no se sequen, reverdezcan los cerros. Que en un nuevo amanecer, juntos todos los pueblos, dancemos la danza de la vida en plenitud, comamos y bebamos saboreando juntos lo que Dios,Madre y Padre nos ofrece”
Es un gran honor entrevistar éste sábado al padre y teólogo Eleazar López Hernández .
Aspirar el aroma de la esperanza por parte de quienes teniendo sobrados motivos para perderla, fueron capaces de alimentarla durante 500 años. Hoy sus sueños de una tierra sin mal son un faro cada vez más potente en la Amerindia sometida a “100 años de soledad”
Los mitos Indios son de una belleza profunda y sanadora. Como todos los mitos vienen de la memoria antigua para recordarnos el sentido del buen vivir.