En la oscuridad más profunda/Donde los vientos de la adversidad soplan fuerte,
Donde el miedo intenta aplastar el alma/ Allí, en el corazón del desafío,
Se encuentra la semilla de la resistencia.
¿Has sentido alguna vez ansiedad al enfrentarte a las facturas mensuales? ¿Te has preguntado de dónde salen los gastos que figuran en tu cuenta de tarjeta de crédito, o en qué diablos se te fueron los pesos de tu billetera? ¿Has gastado más de lo que podías en cosas que no eran necesarias?
La almacenera de un barrio popular, bastante castigado por este ajuste brutal que vivimos junto a una inflación que no ha dado respiro, me dijo. “Bajó el consumo de todos los productos menos la Coca, los cigarrillos y el fiambre”
¿Es necesaria la Coca que, además se ser un veneno, es cara? ¿Es necesario el fiambre que además de ser comida muy poco nutritiva es caro?
Mayra Arena la conocida influencer de “Que tienen los pobres en la cabeza” contaba en un artículo que en los barrios populares las familias pobres se dan el gustito de salir a comer afuera y después cenan mate cocido con pan hasta el próximo cobro o changa
¿Quién puede arrojar un juicio sobre el modo de administrar placeres o modos de resistir las épocas de carencias? No seré yo…
Sin embargo el slogan “Hoy comamos y bebamos que mañana ayunaremos” trae, muchas más veces de lo imaginado, otras consecuencias más graves que cenar mate cocido: deudas impagables, embargos, cólera, estrés, peleas, familiares, divorcios, violencia familiar (mucha ciertamente). De manera que, no se trata de juzgar el hábito de consumo sino el hábito de generarse tensión y caos.
Conoce las estrategias para manejar el estrés financiero y tomar decisiones inteligentes que impulsen tu bienestar y el de tu familia. Aún en la carencia es posible hacer algo que nos refugie de la intemperie y la incertidumbre. Digo, algo que nos ayude a resistir.
Lo sabían nuestras abuelas que, a la luz de una lámpara a Kerosene, no se iban a dormir sin anotar en su libretita los gastos del día. (Asi la recuerdo a la mía).Lo sabían nuestros maestros que nos daban las plantillas de la Caja de Ahorro para pegar las estampillas que comprábamos con nuestros centavos. Lo sabíamos los niños que teníamos chanchitos de cerámica, que no se podían abrir hasta que se llenaban, y luego PLAFFFF ¡Se rompían! ¡Qué placer inmenso ver derramarse las monedas por el piso y comenzar a contarlas para saber qué podíamos comprarnos!
Era una lógica diferente: primero ayunábamos y luego comíamos y bebíamos. Con un plus: La espera agregaba un matiz de anticipación y expectativa, haciendo que el momento del premio sea aún más gratificante cuando llegaba. ¡¡¡Hay esas cajas de Milkibar que traía y guardaba como un trofeo para saborear de a poco… (Administrar las monedas enseñaba a administrar otras cosas)
Este sábado en Radio Galilea Inteligencia Emocional Financiera . Con Analía Díaz Coach Financiero que además de sus estudios y formación vivió en carne propia una quiebra económica y un completo desastre en sus finanzas.
La podés conocer aquí: Instagram: https://bit.ly/IG-AnaliaDiazCoach
¿Qué opinas sobre estos temas? Has vivido este tipo de estrés? ¿Qué puede estar ocurriendo con el dinero además de los factores externos obvios? Escribe los mensajes y sumate mañana a la conversación.
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