A veces constato que la constelación de santos que pueblan la devoción católica desparraman, distraen el torrente espiritual de la fe hacia tantas imágenes, que pierde foco la centralidad del Reino: anunciar su llegada fue el único y esencial mensaje de Jesús. Su vida y su mensaje siempre tuvieron ese núcleo. Los santos se han convertido a veces, y muy a su pesar, en un panteón de puertas donde pedir favores.
ESE NO ES EL SENTIDO de la comunión de los santos. Una comunidad de hermanos cuyo testimonio nos confirma y nutre en la conquista del Reino. Por eso me gustó el título de este libro….Sin embargo, es tan poco lo que de San José nos dicen los evangelios, que se corre el riesgo de creer que, lo que de él se dice , es más leyenda que fuente viva de revelación.
El 2021 ha sido el año de San José, el papa Francisco en la Carta apostólica Patris Corde (corazón de padre), lo ha recordado en el marco del 150 aniversario de la declaración de este santo como patrono de la Iglesia Universal.
Ezequiel M. Silva ha querido dar a conocer profundamente a San José tomando las numerosas fuentes que existen, tanto como los evangelios de la infancia, las ciencias históricas o aquellas tradiciones puestas por escrito que vienen a completar los rasgos de su figura. Nos familiarizaremos más con este hombre dispuesto, fiel compañero, educador de su hijo, con oído atento y una profunda sabiduría, enteramente al servicio del Reino que Dios vino a traer al mundo.
Este sábado a las 11.15 conversamos con Ezequiel Silva, teólogo de larga experiencia pastoral, sobre el libro de su autoría que acaba de publicar Editorial Claretiana