“El pobre no produce, no genera absolutamente nada, salvo un gran agujero en el presupuesto público, el gasto en hospitales públicos, escuelas públicas, además asignaciones sociales , y planes, muchos planes, tan solo para “contener” a estos que son unos mantenidos, y todo soportado por los argentinos honestos que salen a trabajar a sol y sombra” Penayo Amaya
Hola amigos;
Argentina está atravesada por una grieta desde hace ya demasiado tiempo para mi gusto. Un conflicto acerca de cuál es la mejor manera de alcanzar una igualdad de derechos reales, que incluye una distribución de la riqueza. Una grieta que otras naciones han vivido y han resuelto de diferentes maneras al menos han morigerado sobre bases permanentes que no se modifican. La grieta hoy está encarnada en américa latina entre cierta izquierda moderada, dentro de la economía de mercado, y la derecha más radical o moderada que propone caminos centrados en la no intervención del estado. Los pueblos pobres de nuestro continente, fuertemente atravesados por desigualdades profundas y violentas, oscilan entre una y otra alternativa buscando un futuro que hasta ahora no se pudo conquistar. Duele la acumulación de frustraciones y desanima a tener esperanza. Por eso vemos muchas personas que migran buscando horizontes.
Hoy en Argentina, el debate de modelos está en un punto álgido y agobiante, sumado al hecho de un opinionismo odioso, fanático y en general bastante ordinario, que hace de lo que debería ser una reflexión informada, una batalla campal de insultos, falsas noticias y post verdades. Mal pronóstico para temas tan trascendentes.
La frase que encabeza esta publicación es el pensamiento no siempre explícito de algunos políticos y ciudadanos que no se animan a decirlo tan crudamente pero lo piensan. Quise recoger el guante e ir a fondo https://www.elentrerios.com/opinion/aaacansado-de-pobres.htm
El tractorazo del sector rural hace unos días atrás, sumado al creciente entusiasmo por el discurso libertario de Milei y la propuesta de la oposición de no apoyar ninguna ley que procure distribuir grandes rentas extraordinarias entre la sociedad, me llevan a hacerme la siguiente pregunta. ¿Con qué argumento válido un estado retiene o exige pagar parte de su ganancia a quien la produjo, para repartirla entre quienes no la producen? ¿Te has hecho alguna vez esa pregunta? ¿Tenés la respuesta? ¿Es un valor la igualdad? ¿Es al menos un valor igual o mayor que la libertad de disponer de tus bienes a tu antojo?
Si ya sé, me dirás que la solución es brindar trabajo, pero… ¿Tenés idea de lo difícil que es generar un puesto de trabajo? ¿Tenés idea que la empleabilidad es cada vez más escasa en un mundo que sigue robotizándose? ¿Quién querría contratar a un empleado teniendo una máquina que hace todo más barato y preciso?
El tema de fondo es ético, es decir las conductas que una comunidad reconoce como buenas y valiosas y van diseñando su manera de ser en el mundo. He notado una ausencia total de referencias éticas en los debates. Unos dicen que no hay que distribuir riqueza para no ahuyentar inversiones, es decir el argumento parece ser el miedo. Otros dicen que se debe hacer para cumplir con el contrato electoral, resguardar el capital político de los votos, es decir el argumento es el poder. Ninguno de esos argumentos alcanza para quienes nos preguntamos por lo ético en sí mismo de una propuesta, es decir, donde radica el VALOR que dignifique una idea, teniendo claro que un proyecto sin sentido verdadero, no genera ni comunidad, ni patria, ni nación, menos aún futuro.
La gran pregunta es entonces la pregunta por la ética política y vuelvo a hacerla. ¿Qué valor moral hay en sacar la renta de los ricos que la generaron para atender a quienes no pueden hacerlo? Claramente habría un conflicto de valores (derechos al fin) entre justicia distributiva y propiedad privada de los bienes de producción (libertad absoluta de disponer de su renta)
Asi planteado el tema fui a preguntarle a Hugo Seleme que amablemente, desde Barcelona, aceptó convidar su extenso saber sobre el tema con todos aquellos que busquen respuestas a planteos similares o al menos distinguir discursos engañosos y opiniones vulgares de reflexiones a fondo y diversas entre quienes han dedicado su vida a indagar sobre la ética política..
Hugo Seleme es un filósofo político argentino, profesor de Ética y Jurisprudencia en la Universidad Nacional de Córdoba. Es investigador en CONICET y profesor visitante en la Facultad de Derecho de la Universidad Pompeu Fabra, Barcelona y el Centro Heidelberg para América Latina Es autor de libros como “Las Fronteras de la Justicia Distributiva” “Neutralidad y Justicia. En torno al liberalismo político de J. Rawls” El Desafío del Católico Liberal en “Lecturas sobre los derechos sociales, la igualdad y la justicia” “Democracia y Derechos Fundamentales desde la Filosofía” “DERECHOS SOCIALES COMO EXIGENCIAS DE JUSTICIA DEL SIGLO XXI” “Bitácora del naufragio: en la tormenta neoliberal” entre otras numerosas publicaciones Pueden seguirlo en las redes
Ir a descargar