NUESTRA MISIÓN

Preservar la memoria de Jesús para que no se pierda el sentido y la sacralidad de la vida, de todo lo viviente, amenazado por una cultura de superficialidad y consumo.

Nutrir las razones de nuestra esperanza de vivir mejor, todos juntos, en nuestra casa común bella y generosa: la Tierra

Integrar la riqueza mística y profética de la Iglesia fiel al Evangelio, a través de todos los medios posibles.

Humanizar la humanidad practicando la proximidad, la palabra sentida y el arte, compartiendo con los demás la desnudez de certezas de este tiempo de la historia.

Al acecho del Reino diferente,
voy amando las cosas y la gente.
Ciudadano de todo y extranjero.
Y me llama Tu paz como un abismo
mientras cruzo las sombras, guerrillero
del mundo, de la Iglesia y de mí mismo.
(Casaldáliga, P.)