El Padre, Claudio Castricone, de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima del barrio Tablada – Villa Manuelita, plantea sin pelos en la lengua la situacion en Rosario y nos advierte que no hay que perder la esperanza, aunque tengamos muchas adversidades, debemos seguir apostando a la vida.
Recientemente nombrado obispo auxiliar de la diócesis de Orán por el papa Francisco y actualmente Delegado episcopal para la Pastoral de los Barrios populares.
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