Si hablamos de Titeres y de Mar del Plata, debemos referirnos a Pepe garcia. Los títeres e historias de Pepe García son innumerables. El titiritero tuvo la sabiduría para hacer divertir y emocionar a familias enteras tanto en Sacoa como en sociedades de fomento, jardines de infantes, teatros y hasta en la cárcel. A dos años de su fallecimiento, sus hijos Pablo y Cristina García junto a otros artistas son parte de un legado que sigue atrayendo a distintas generaciones.
Es un placer y una gran alegría poder charlar con Pablo en la mañana de Radio Galilea…
Ir a descargarTras el fallecimiento de Pepe García se instauró en Mar del Plata, por ordenanza, el Día del Titiritero Marplatense. Cada 14 de febrero -fecha de su nacimiento- la norma establece que tanto la Secretaría de Cultura como la de Educación programen acciones para la celebración.
En 1966, José Lucas García comenzó a hacer títeres, en ese momento Pablo tenía 5 años y Cristina un año y medio menos. “Mi papá trabajaba con juguetes y eso para mí era fantástico”, recordó el artista. Por su parte, su hermana menor afirmó que a ella la cautivó “su capacidad de contar historias y llamar la atención”.
Por aquellos años, el Centro de Educación Física N°1 (CEF) del complejo Auditorium no tenía sala teatral y el espacio que luego fue bautizado Ruperto Godoy, junto a El Astral y otros escenarios, eran los lugares donde Pepe, junto a sus hermanos y amigos, conformaron la compañía “Los 4 gatos”, grupo que actualmente está vigente con su hijo e hija.
Posteriormente, Pepe García entró a trabajar a Sacoa y Pablo no faltó a ninguna función. “Me conocía algunas historias de mi papá de memoria y una vez después de la función papá tenía que ir a un cumpleaños y me dice que vaya yo, que la plata iba a ser para mí. Ese fue mi debut profesional, tenía diez años. Después seguí, lo acompañé, cada uno hacía un personaje y así crecí junto con él”.