Un pibe joven, un laburante llamado Daniel Solano, llegó desde su Tartagal natal a Río Negro para trabajar en la cosecha de manzanas. Allí padeció desde adentro la explotación extrema, la discriminación, las condiciones de hacinamiento, las políticas de las grandes empresas fruteras que no se cansan de estafar a los trabajadores golondrinas.![rio_negro](data:image/svg+xml,%3Csvg%20viewBox%3D%220%200%20300%20243%22%20xmlns%3D%22http%3A%2F%2Fwww.w3.org%2F2000%2Fsvg%22%3E%3C%2Fsvg%3E)
Pero Daniel sí se cansó, protestó, habló con sus compañeros, intentó organizar el reclamo. Le tendieron una trampa, se lo llevaron una noche y nunca más apareció. Un complejo entramado compuesto por compañías sin escrúpulos, empresarios de la noche, fuerzas policiales de élite y jueces a sueldo, es la punta del ovillo de una desaparición más en democracia. Su familia quiere justicia. En Río Negro, todo sigue como si nada hubiese pasado: los miserables con su uniforme, los trabajadores en la cosecha, los empresarios contando billetes. Pero falta Daniel.
El caso de Daniel Solano es la expresión más extrema de una larga historia de esclavitud legalizada, persecución institucionalizada y muerte planificada. Y también de impunidad.
El día 4 de noviembre de 2011, Daniel y sus compañeros cobran su primer salario pero no es el acordado. Se traslada con sus amigos por la noche a Choele Choel a un local bailable, Macuba, y a las 2.40 del día 5 Daniel desaparece. A Daniel Solano lo estafaron… lo acallaron… lo emboscaron. A Daniel Solano lo desaparecieron….
En la mañana de Radio Galilea, está con nosotros el Dr. Leandro Aparicio, abogado de la Familia Solano, para profundizar juntos la causa de Daniel, y ponernos al día de la situación de la misma en la Justicia.
…No te olvido, no olvido tus gestos, como eso que quisiste realizar por tus compañeros, a ti te callaron por siempre pero un año después tus mismos compañeros gritaron por ese reclamo… era por algo justo. No más estafas a los obreros, no más”: Romina Solano, hermana de Daniel Solano.