Día nacional de la solidaridad, en homenaje a la Madre Teresa de Calcuta, monja y misionera, nacida el 26 de agosto de 1910, que realizó una trascendental labor humanitaria en Calcuta, India, donde residía.Fue fundadora de la orden de las Misioneras de la Caridad en Calcuta, India, y premio Nobel de la Paz en 1979. Murió en septiembre de 1997.
La Madre Teresa de Calcuta con su compromiso, su fidelidad y su entrega, sigue provocando adhesiones por los más necesitados, en todo el mundo.
Ella sigue siendo un ejemplo vivo, concreto, tangible. Alguien que -sin proponérselo- está por encima de hombres y mujeres con poder y con recursos. Alguien que eligió libremente seguir a Cristo.
En sus palabras:
«De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús».
De pequeña estatura, firme como una roca en su fe, a la Madre Teresa de Calcuta le fue confiada la misión de proclamar la sed de amor de Dios por la humanidad, especialmente por los más pobres entre los pobres. «Dios ama todavía al mundo y nos envía a ti y a mí para que seamos su amor y su compasión por los pobres». Fue un alma llena de la luz de Cristo, inflamada de amor por Él y ardiendo con un único deseo: «saciar su sed de amor y de almas».
Entrevistamos a MARTIN GIOVIO director de Red Solidaria y a MARIA DE JESÚS SPIL de la Fundación Si.