Aclaró 471- DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO 26/02/2018

Despenalización del aborto
“Que este debate nos encuentre preparados para un diálogo sincero y profundo que pueda responder a este drama, escuchar las distintas voces y las legítimas preocupaciones que atraviesan quienes no saben cómo actuar, sin descalificaciones, violencia o agresión.” Conferencia Episcopal Argentina
http://www.episcopado.org/contenidos.php?id=1650&tipo=unica
Me ha interpelado profundamente dos palabras del documento de los obispos. “Dialogo sincero y profundo.” Vengo rumiando las implicancias de ambos en los distintos niveles de resonancia que tiene el aborto. Comienzo por la honestidad en el ámbito político y personal.
Antes de comenzar un debate largamente postergado, habría que mirar en profundidad la situación social y preguntarse ¿Por qué este debate ahora?
No toda ocasión es buena para mover el avispero de un tema como éste que, en todas las democracias y partidos, ha generado fracturas muy importantes. Leer lo que han sido estos debates en otros países puede darnos una idea de los resortes que dispara, muchos de ellos realmente oscuros. Ni siquiera hacia dentro de los partidos políticos mayoritarios hay consenso sobre este tema.. Por otra parte es uno de los puntos donde se tocan las izquierdas y los liberales. Unos porque toman a las víctimas del patriarcado como bandera y los otros porque lo ven como un ejercicio más de la libertad individual que además conlleva la “natural selección de la especie” reduciendo la natalidad. Todos aspectos que hay que dilucidar a fondo siempre y cuando se expliciten honestamente como propone el episcopado.
Creo, no obstante, que este tema es importante desde el punto de vista de los debates de género. Reservo para otro momento un comentario sobre los reclamos feministas pero políticamente hay que decir que sus demandas han mostrado su creciente representatividad en las calles y en las redes, con su potencial de instalar los temas. Aprobar el aborto libre seguro y gratuito marcaría para algunas feministas un hito en la lucha contra una legislación y una ética pensada desde lo masculino (Hay quienes aseguran que si los hombres se embarazaran hace rato ya se habría legalizado el aborto… da que pensar) Sin embargo también hay que ser honestos y plantear el debate del patriarcado por sí mismo sin manipular sentimientos de clase: según el Ministerio de Salud de la Nación, en 2016, en todo el país, hubo 43 muertes maternas por aborto, pero esa cifra incluye todos los casos, sin discriminar entre interrupciones voluntarias del embarazo y abortos espontáneos, es decir, naturales. Si lo comparamos con las muertes por violencia de género o las muertes por desnutrición o suicidio se ve claramente dónde está el foco del abandono En 2016 murieron por “deficiencias nutricionales” 945 personas: 420 varones y 525 mujeres. Se suicidaron 585 mujeres de las cuales trescientas tenían menos de 35 años», Mueren más mujeres por desnutrición y por suicidio que por abortos….¿Dónde está verdaderamente la urgencia de legislar hoy? ¿En la despenalización del aborto o en la presencia del estado en prevención y asistencia legal psicológica y sanitaria?
Siguiendo la línea de la honestidad cabe preguntarse por la oportunidad y la urgencia de tratar este tema. No sólo quienes se benefician en las distintas posturas sino además quienes sacan partido de la división y confrontación que necesariamente produce un tema sensible. Sin por eso, reitero, soslayar la importancia que tiene el tema
Frente a un malestar creciente que ya desborda el que puede agitar la oposición. Frente a datos preocupantes de la economía que no muestra ni brotes verdes, ni la luz al final del túnel .Ante las advertencias que los mismos economistas liberales hacen sobre el endeudamiento creciente, una inflación que no se controla y un déficit fiscal y comercial que aumenta pese al enorme costo social del ajuste, es “honesto” preguntarnos si el tratamiento de esta ley no es una cortina de humo tendiente a capitalizar las divisiones que puedan generarse. O bien llevar el debate, que hoy se centra en el modelo político, a un ámbito de discusiones morales.
Si bien el gobierno ha propuesto, como debe ser, que se debata sobre la base del respeto a la conciencia moral y religiosa de cada legislador, es inverosímil pensar que gente que está en carrera política no va a ponderar qué posición le conviene tomar según el nicho de potenciales seguidores. De manera que con un escenario políticamente convulsionado con serias fracturas de credibilidad en todos los partidos, el riesgo que se corre es que la gravedad ( muerte de mujeres y de seres humanos), trascendencia (sentido de la vida) y profundidad( bioética) del tema quede subordinada a un juego de tronos.
Por otra parte la honestidad en el debate nos involucra. En atención a lo delicado del asunto invito a cuestionarnos en profundidad a cerca de las vivencias personales que mueven nuestros juicios sobre el tema.¿ En qué nos toca particularmente? ¿Cuál ha sido mi actitud ante casos de abortos? ¿Tengo una experiencia personal sobre el tema o me muevo solamente por el principio de autoridad? ¿Qué coherencia hay entre mis opiniones y mi vida? ¿Mis opiniones son tan formadas como para aspirar a una validez universal que da la ley o son amplificación de los modos con que he resuelto los dramas de mi vida? ¿Me he asomado con actitud de escucha al mundo de los que no piensan como yo?
Este lunes en Radio Galilea los invito a compartir un diálogo honesto profundo y sensible sobre este tema.
 
Ir a descargar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir WhatsApp
¡Hacé tu consulta!
¡Hola!
Quiero conocer más sobre Mundo Galilea