Está allí,como un tigre agazapado y silencioso a veces durante mucho tiempo hasta que cualquier ruido cotidiano o sorpresivo lo despierta y lanza un rugido que provoca un tembladeral,Es la cólera guardada. No queremos dar zarpazos para no herir a los demás. No sabemos qué hacer con ella. La reprimimos a machetazos para silenciarla, pero sabemos que eso no dará resultado. A veces parece que no hay manera de terminar con ella y siempre estará allí esperando despertar para incendiarlo todo Hasta nuestra salud.
Claro que hay caminos terapéuticos para detectar el origen de las broncas guardadas, pero no siempre conocer es lo mismo que sanar.
Hay un hermoso cuento antiguo que se llama El Oso de la Luna Creciente que muestra una sabiduría muy profunda sobre la curación del alma ocupada por ese rechinar de dientes.
El viaje de una joven para curar a su esposo herido por el odio y la violencia de la guerra, es metáfora del viaje que podemos emprender para curar nuestros guerreros internos también enfermos de violencia por tantas batallas perdidas.
Nos subimos al cuento este martes a las 9.30 después de escuchar a Clara en su anuncio de La Palabra.
Te espero en la mesa de tu lugar de trabajo para contarte un relato sanante.