«No todos venimos de experiencias traumáticas o violentas. No obstante, la mayoría no tuvimos nuestras necesidades más básicas y legítimas satisfechas. Venimos de cierto grado de desamparo, soledad, falta de mirada y presencia y muy poco vínculo afectivo en algunos casos
Podemos llegar a pensar que nuestra infancia fue feliz y “normal” si no hubo demasiada violencia activa, pasiva o grandes sucesos ni experiencias demasiado traumáticas. No obstante, viniendo de infancias donde todo “parece” normal, nos será mucho más difícil conectar con nuestra herida primaria ya que nadie la nombró.
Pero, ¿todo el mundo tiene vacío emocional? Pero, ¿cómo saber hasta qué grado me ha afectado lo que me pasó, lo que me faltó, lo que me hicieron y lo que me dijeron? Si no hubo suficiente mirada, ni presencia, ni amor incondicional, ni satisfacción de necesidades, sí habrá quedado cierto grado de vacío emocional. Si además hubo mucho abuso emocional la herida primaria será mayor.
Cuando no hay recuerdos explícitos, sólo nos quedará el registro y el recuerdo emocional en el cuerpo. Ya que, como dijo Alice Miller, «el cuerpo nunca miente», a lo que yo añado: «…por que nunca olvida…»
¿Cómo saber si me ha afectado o me sigue afectando todo aquello?
• Nos costará estar presentes con nuestros hijos.
• Necesitaremos de la aprobación de los demás.
• Seremos personas inseguras o indecisas.
• Saldrá rabia, enfado, necesidad de controlar y gritos desde nuestro interior descontroladamente.
• Proyectaremos nuestro malestar y vacío en nuestros hijos y parejas.
Tendremos reacciones emocionales automáticas contra nuestros hijos y pareja sin nosotros poder entender porqué…
Hoy podemos tomar decisiones conscientes diferentes a favor de nuestra niña herida para que deje de dominar nuestra vida a través de todas esas reacciones automáticas: gritos, enfados, críticas, perdidas de control… Es vital ver y reconocer nuestros propios movimientos y su origen.
Nos refugiamos en la depresión, por ejemplo, para no tener que responsabilizarnos de nuestra niña herida. Le damos refugio estando deprimidas o tristes o victimizándonos. Los seres humanos no estamos programados para sentirnos solos y desesperados. Es un mecanismo de defensa invisible para muchas personas. Nuestro vacío nos duele tanto que haremos lo que sea por obtener un poco de mirada y atención. Inconscientemente tomamos esa decisión para sobrellevar el dolor y soledad. La otra cara de la misma moneda sería ser agresivas o violentas: controladoras, abusivas y autoritarias.
CORTAR LA CADENA TRANSGENERACIONAL ES POSIBLE
¿CÓMO SE LLEVA TU NIÑA INTERIOR CON TU PAREJA?
¿CÓMO PODEMOS SANAR SI NO HAY RECUERDOS CLAROS DE NUESTRA INFANCIA?» Ivonne Laborda
Todas estas preguntas y las que quieras añadir conversaremos este jueves en Radio Galilea
con nuestra querida Yvonne Laborda Psicóloga.Escritora y directora de procesos de sanación del niño interior a través de seminarios y cursos on line.
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