La grave recesión económica que vive nuestra sociedad trae efectos en muchos niveles de la vida. La salud mental y física, se afecta por el estrés y el costo de los remedios, la educación se reciente, la incertidumbre arrasa con la preocupación y la pérdidas de hábitos y ahorros generan un estado de ánimo sombrío y amargado. .
En esta atmósfera es posible que se desaten conflictos vinculados al manejo del dinero entre los miembros de una familia. Cuando hay emergencias o pérdidas cada uno evalúa las prioridades o urgencias según su propia valoración. Las necesidades que antes podían cubrirse y convivir ahora exigen una elección excluyente. ¿Qué es más importante la escuela privada o la prepaga? ¿Renunciamos al auto o al alquiler? ¿Hacemos fiesta de cumpleaños del nene o le compramos un regalito? ¿Me compro un jogging o se compra una camisa?
La tensión puede escalar y agregar un malestar profundo a la situación de por sí estresante y compleja. Es necesario saber gestionar esas tensiones y resguardar lo más valioso de la vida: los vínculos que nos nutren.
Claro que cuando hablamos de dinero estamos hablando de muchas cosas que pueden ser muy importantes para uno y marginales para otro. Por ej. Ella prefiere privarse del café antes que renunciar a un buen shampoo y el necesita salir con sus amigos más que prender el calefactor por la noche. No es difícil que ante elecciones que involucran a ambos o a la familia toda haya discusiones, juicios y descalificaciones mutuas: se declara una batalla, a veces explícita otras veces muda, que afecta, cuestiona, y pone en jaque el amor mutuo.
Este sábado conversaremos sobre este tema en Radio Galilea. Invitamos a Enrique Guiraud consultor psicológico, dedica su labor profesional a promover vínculos que favorezcan la paz, la libertad y el amor en la familia y en la sociedad.
¿Qué consejos podrías darnos desde tu experiencia? ¿Cómo evitar aumentar el malestar cuando falta el dinero, el trabajo o hay que tomar decisiones difíciles?
Ir a descargar

