“Que nadie nos robe la memoria histórica y el sentido de pertenencia a un pueblo”, Papa Francisco
¿Te has dado cuenta de cómo las redes sociales están llenas de peleas? Cualquier comentario desata en pocas líneas toda clase de insultos, agresiones y etiquetas. Parece que siempre hay dos lados: los que quieren cambiar todo y los que quieren dejar todo como está.
Inclusivismo vs Jerarquía. Esfuerzo personal vs Derechos. Personas de bien vs Oprimidos. Feminismo vs Patriarcado. Relativismo vs Tradición. Compasión vs Verdad.
Todos los valores se han disociado en interpretaciones antagónicas. El problema es que los dos lados se atascan en decir lo mismo una y otra vez, sin escuchar realmente al otro.
NO hay matices. No hay contextos. Hay corset ideológico.
Sabiamente me dijo Abrasha Rotemberg (que en sus 97 años vivió todos los extremos en carne propia, desde Hitler a Stalin): «Todos tienen algo de razón». Y yo pensé: “es así, si esos «algo» se aplican de manera correcta, con la intensidad correcta, en el momento correcto”.. diría Aristóteles. (Conste que lo tengo que citarlo para ponerme a salvo de la ira subyacente en el pensamiento radicalizado… ¡glup! ).
Los climas de época oscilan, como lo han hecho siempre, pero con una rapidez e intensidad enloquecedora. Hace unas décadas las jóvenes generaciones eran progresistas (pacifistas, paz y amor , Me Too, feministas, poliamor, inclusivistas y acogedores de víctimas por todos lados ). El icónico sueño de «Imagine» de J. Lennon «Imagina un mundo en el que no hay nada por lo que matar o morir, ni tampoco religión. Imagina a todo el mundo viviendo la vida en paz…y sin países ni fronteras» era un himno cuasi sagrado
Hoy luce como sentimentalismo barato y vacío… (Sin ser tan mala, creo que le sobró piolín y le faltó plomadita al sueño. ) Así y todo frenó una guerra en Vietnam.
Hoy son tendencia las generaciones jóvenes conservadoras: “¡¡Basta de hablar con la «e»! ¡Basta de oprimidos! ¡Basta de maricones! ¡Basta de empoderamientos!”
Viene creciendo , hace rato, al sueño de Tradición, Familia y Propiedad. Y los escudos heráldicos de esa batalla son las «Tradwives» (esposas tradicionales) que son furor en las redes , con sus vestidos largos antiguos y su rol de domésticas y orgullosas habitantes de la cocina. Mamá Ingalls con celular y 4×4 , un montón de niños rubios de ojos celestes … y un esposo vaquero que le trae flores . (¿Estoy muy mala? También, mañana te cuento más).
¡Oigan amigos! : Nos están metiendo conflictos importados. Este caos responde a una ingeniería social que nos estalla desde arriba en nuestras pantallas , como el dispositivo infiltrado por Israel en los celulares de Hezbollah.
Tenemos en nuestra historia, nuestra identidad, nuestro pueblo, una reserva de vivencias, cultura, próceres y proceresas fundadoras que debemos defender con uñas y dientes .
Argentina esta desgarrándose por batallas culturales importadas Espero poder mostrarte mañana cuál es la verdadera batalla de resistencia que debemos mantener antes de que la disolución social termine extinguiendo nuestros valores. Valores que por otra parte rescatan los hombres y mujeres comunes que vistan y se enamoran de nuestra nación.
Hay polarizaciones que han sido superadas en la práctica por el mismo pueblo, en una tensión fecunda y tolerable que nunca escalaría a la confrontación que hoy se nos ha impuesto.
Un recuerdo me viene a la memoria como símbolo de esta realidad. Nacimos en tierras siempre apetecidas por extremos . Como en Ezeiza hace 51 años, donde una columna de un millón de personas fue a recibir a su líder .
Quedó en medio de los tiros ,
Se dio media vuelta y se fue.
Lentamente, silenciosamente…
“como quien se desangra”
¿Te parecen propias o inducidas las guerras de datos, noticias, hechos, pronósticos y etiquetas?
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