“Y pasé yo junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor…
Y fuiste mía.» ( Ezequiel 16,8)
El pudor es un concepto profundamente desarrollado por grandes pensadores y psicólogos. Sartre, Kierkegaard, Freud, Lacan, Hegel, además de los clásicos y la Biblia. Sin embrago ha quedado tan degradado, como el pudor en sí. Puedo adelantar que el pudor es un sublime derecho humano, un guardián del alma, una instancia fecunda e indispensable del alma y una condición indispensable para el desarrollo de la mente de un ser humano.
Me quedé con ganas de seguir conversando sobre el tema porque siento que es muy necesario y urgente gestar ambientes pudorosos donde la palabra, el gesto y la imagen sean capaces tanto de mostrar como de ocultar lo más íntimo del alma sin violarla.
No sentís que agrede tanta grosería esnobista, burda y obscena?