Psicólogo y sociólogo. Ha sido nombrado profesor de 8 Universidades y asesor de 6 Universidades en temas de aprendizaje. Integró los equipos de Asesores de 15 Ministros de 6 gobiernos de varios países. Psicoterapeuta en hospitales, instituciones psicológicas, y en consultorio privado. Nombrado Miembro del Consejo Asesor en Temas Sociales y Salud del CESAPAL (Organismo Regional para el Asesoramiento de Diputados y Senadores del Parlamento Latinoamericano). Conferencista en temas científicos invitado por instituciones y Universidades de: EE.UU., Israel, Colombia, Argentina, Venezuela. Sus opiniones fueron requeridas en programas de televisión, radio, periódicos y revistas.
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“Pensemos en el proyecto de desarrollo humano integral que anhelamos, centrado en el protagonismo de los Pueblos en toda su diversidad y el acceso universal a esas tres T que ustedes defienden: tierra, techo y trabajo». Papa Francisco Abril de 2020
Llegó la hora de un giro en éste sistema que mata como dice el Papa Francisco.
La economía real está estancada desde hace décadas, la libre circulación de riquezas no ha hecho más que generar una acumulación cada vez más grande en pocas manos y en lugar de invertir en producción se concentra en la especulación, el endeudamiento y la usura.
Los desplazados del sistema se calculan en cientos de millones según OIT. En la post pandemia se prevé un aumento de desempleo con gravísimas consecuencias de conflictiva social, migraciones y violencia. La globalización sumada a la robótica no solo perjudicó a los pobres que fueron descartados sino que las clases medias de todo el mundo vieron evaporarse sus conquistas económicas y padecieron la angustia de la incertidumbre ante la caída.
Multitudes de jóvenes no pueden dejar el hogar paterno ante la imposibilidad de encontrar un trabajo que les permita autosustentarse. Millones trabajan en condiciones de informalidad o en trabajos alienantes para subsistir. Su horizonte de vida es oscuro y deprimente desde el punto de vista laboral. Empleos precarios, que encima tienen que agradecer a la vida porque peor es pasar hambre.
El nivel de sufrimiento para sobrevivir se ha vuelto costumbre, muy lejos de los niveles de confort y calidad de vida que prometía el capitalismo; incluso para los más afortunados la dedicación al trabajo se ha vuelto inhumano.
El Covid 19 no es la causa de la crisis económica sin precedentes que se avecina. La OIT afirmó que el 82% de la masa laboral mundial se ha dañado, pero el corona virus sólo ha puesto de manifiesto la fragilidad de un sistema que se obsesionó con la ganancia a cualquier costo. Aunque ese costo se puso de manifiesto en la crisis de 2009, los estados prefirieron salvar bancos que a la gente Millones trabajan para vivir al día. Otros trabajan con enorme frustración sin salida con tal de sobrevivir. Otros con mucha suerte dejan la vida para las multinacionesl que acumulan cada vez más riqueza. Nos preguntamos ¿Esto es todo o que tiene para ofrecer el sistema?¿ Cómo imaginas un futuro inmediato ante la pérdida de millones de empleos en todo el mundo?
El Papa dice «ahora más que nunca, son las personas, las comunidades, los pueblos quienes deben estar en el centro, unidos para curar, cuidar, compartir».
Ante ese escenario surgen con relevancia nuevas voces que hace tiempo vienen señalando un callejón sin salida, antes de la pandemia. No solo son impagables las deudas contraídas por los estados para evitar muertes, también es insostenible la extracción de recursos naturales. Nos dirigimos a un abismo de consecuencias inimaginables dicen las voces autorizadas.
No es mi intención ser profeta de calamidades aunque las voces proféticas siempre han dicho verdades dolorosas para los intereses poderosos. La buna noticia es que hay por todos lados voces firmes, comprometidas, autorizadas, éticas y objetivas que abren salidas. Muestran horizontes y señalan rumbos.
El Papa es una de las más creíbles. En sus últimos escritos no pidió que rezáramos cadenas de rosarios ni mandó a exorcizar la economía. Nos pide organización y lucha
«superar la mera filantropía a través la organización comunitaria y reclamar por sus derechos en vez de quedarse resignados esperando a ver si cae alguna migaja de los que detentan el poder económico».
Y propone una medida concreta
“tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan”
Esa propuesta tiene diversos nombres y diversas alternativas pero no es la ocurrencia de un soñador.
Hay numerosos proyectos académicos, fundados y desarrollados sobre cómo sería esto posible.
Robert Goodland, quien fuera el principal asesor ambiental del Banco Mundial propuso producir más con menos (mejoras tecnológicas, reciclaje, etc), redistribuir entre los pobres el exceso de los sobreconsumidores.
El Lic. Naum Kliksberg es Sociólogo (UBA, con formación en economía política) y Psicólogo (UBA)
Asesor de legisladores y empresas sobre el impacto en la economía de la Renta Básica Incondicional. Fue profesor de 8 universidades, asesor de gobiernos de varios países y de proyectos de las Naciones Unidas. Autor de un libro y un proyecto llamado «Renta Básica Universal Incondicional.»
Tienen ustedes mucho material en ésta página.
