El mundo de las harinas, aunque pueda parecer algo soso e insulso como la harina misma, realmente no es así. Hay un sinfín de variedades de este ingrediente fundamental en toda cocina de este amplio y diverso mundo.
Harina de garbanzos, de habas, de patatas, de cebada, de,obviamente, trigo y hasta de ¡sangre! Y es que prácticamente con cualquier cosa se puede preparar esta arenilla…
Aunque pueda parecer sorprendente, hay cientos de harinas diferentes y cada una tiene una finalidad distinta. Debido a la inmensidad de culturas que hay en nuestro planeta, cada una tiene su propia gastronomía y, dado que la harina es un ingrediente muy recurrente en toda cocina que se aprecie, no es extraño encontrar variedades.
Los criterios que se utilizan para clasificar las harinas tienen en cuenta diferentes aspectos. El más destacable es la materia prima, es decir, de qué está hecha la harina, ya sea de un cereal como lo es el trigo, una legumbre como las lentejas o un tubérculo como las patatas.
Otro aspecto que se tiene en cuenta es el grado de refinamiento, es decir, si los granos son más pequeños o más gruesos. Por último, se tiene en cuenta el porcentaje de proteínas vegetales, el contenido en gluten y la fuerza de la harina, indicado con la letra W.
En las culturas europeas, en especial las mediterráneas, herederos de la tríada romana, se suele utilizar con mucha frecuencia la harina de trigo y, en algunos casos, otras harinas hechas también con cereales. Sin embargo, gracias a la globalización y el contacto entre culturas, se han ido popularizando otras harinas más exóticas para Occidente, que han permitido la creación de cientos de recetas nuevas.
Harina de centeno
Es la segunda harina más usada para hacer pan y galletas (la primera es la de trigo). Dentro de sus componentes se encuentran: fósforo, calcio, yodo, sodio, selenio, zinc, potasio y magnesio. Tiene fibra, vitaminas y carbohidratos.
Harina de avena
Su textura y sabor son más suaves por lo tanto se usa mucho en preparaciones de repostería. También se puede combinar con harina de trigo para hacer pan.
Como ya debes saber, la avena tiene muchos nutrientes y minerales. Algunos de ellos son el fósforo, el magnesio, el calcio, el zinc y el cromo. También tiene vitamina E, vitamina D, ácidos grasos saludables, algunos carbohidratos y fibra.
Harina de espelta
Para quienes tienen problemas digestivos esta es una buena opción ya que tiene un bajo contenido en glúten. Se puede mezclar con otros tipos de harinas y casi siempre se usa para preparaciones de productos compactos.
Los componentes que la hacen saludable son: minerales como sodio, magnesio, potasio, silicio, zinc, y calcio. Vitaminas E y B. Además, tiene Omega 3 y 6.
Harina de maíz
Es una de las más completas. Contiene vitaminas A, K, E y B; aporta fibra y proteína vegetal. Además cuenta con varios minerales como magnesio, cobre, fósforo, potasio, sodio, hierro y calcio.
¡Indudablemente esta es de las harinas saludables más nutritivas!
Harina de trigo sarraceno
No pienses que está hecha a base de trigo ya que esta harina es de la semilla de una planta. Si la usas para hacer pan, te recomendamos mezclarla con otras harinas para que quede más suave.
Dentro de sus nutrientes se encuentran minerales como calcio, hierro, selenio, fósforo, potasio, magnesio y zinc. Ácidos grasos como el omega 3 y omega 6, carbohidratos, fibra y los 9 aminoácidos esenciales. También tiene vitaminas del grupo B.
Harina de trigo
No podíamos dejar por fuera de la lista de harinas saludables a esta. A pesar de su mala fama y de que es la más conocida, puede traerle muchos beneficios a tu salud.
¿Por qué dicen que trae problemas para la salud? Porque su grano se ha ido modificando, y está última versión ha hecho que no se digiera muy bien. Para evitar esto, te recomendamos usar la tradicional que no haya sido modificada.
La harina de trigo aporta vitaminas del grupo B, A y E; minerales como selenio, calcio, potasio, magnesio, hierro y zinc. Además, contiene hidratos, fibra y proteína vegetal.
Preparaciones que se pueden hacer con harinas saludables
Con harina de centeno: Panes integrales, bizcochos, tortas, galletas saladas, etc.
Con harina de avena: Pan, galletas dulces, crepes, hamburguesas vegetarianas (para compactar las verduras que se usen), tortillas, muffins, etc.
Con harina de espelta: Pan, postres, tortas, muffins, galletas, gofres, etc.
Con harina de maíz: Pan, tortas, empanadas, arepas, bizcochos, galletas, etc. Algunos la usan para espesar salsas, sopas y guisos.
Con harina de trigo sarraceno: Es muy usada para hacer repostería (postres y galletas dulces). También se usa para espesar cremas y salsas.
Con harina de trigo: Diferentes tipos de pan, galletas, pasteles, postres, etc. Ten en cuenta que esta harina se puede usar tanto para preparaciones dulces como saladas.
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