Un video transmitido por whatsapp me inspiró el deseo de investigar y reflexionar sobre el negacionismo de la realidad como un síntoma social preocupante y cada vez más extendido.Los rasgos de éste negacionismo se corresponden con los ´síntomas de la paranoia ya descriptos por la psicología. Brevemente: la paranoia se caracteriza porque quien la padece cree que hay un “otro” (real o imaginario) que goza manejando su vida a la manera de un titiritero los hilos de su marioneta. Ese “otro” es más poderoso que él y su lucha es huir, rechazar, denunciar o incluso matar a quien maneja esos hilos de poder. Es una idea llamada delirante, no por ser alucinatoria (no necesariamente) sino porque resiste toda evidencia, es decir no hay manera de convencer ni con razonamientos, ni pruebas sobre la falsedad de las mismas.El video en cuestión se refiere a un par de varones que descubren que poniendo un busca-polo en el lugar del brazo donde se colocó la vacuna rusa éste se enciende detectando supuestamente electricidad. El video no resiste el menor análisis por varias cosas que no puedo acá detallar, pero termina con un cínico pedido al público a que le dé una explicación científica al fenómeno. Claramente busca afianzar la famosa idea delirante de que mediante la vacuna se nos inyecta un chip.Ideas como esas abundan y crecen Que son los chinos, los rusos, lo norteamericanos, la CIA Soros. Que las vacunas esterilizan, que matan que buscan monitorearnos y un largo etc. En EEUU se han vacunado solamente un 30% de los adultos jóvenes y el gobierno ya no sabe qué hacer para persuadirlos de que lo hagan. Sobran vacunas que nadie se coloca y es necesario lograr la inmunidad de rebaño que es cercana al 70% de la población.. Nunca como ahora se constata que nadie se salva solo.Lo llamativo de éste fenómeno imprevisible es que hay gente que cree más en un video doméstico que en la declaración de un colectivo mundial de científicos y médicos. Que el razonamiento según el cuál sería imposible comprar o manipular a miles de científicos de diferentes países, antagónicos ideológicamente entre sí, y llevar a cabo una campaña oscura de dudosa intención no logra convencer a quienes sostienen estas creencias. Que aun cuando carecen de formación para opinar no solo se autoconvencen de lo que creen sino que militan en la difusión de esas creencias con una vehemencia preocupante. No es que dudan de la eficacia de la vacuna, como la misma ciencia tiene el deber de hacer, sino que procuran convencer a otros de que son un instrumento de dominación. Estas ideas tienen un poder tal que dividen familias y arruinan amistades. Se han convertido a través de las Fake News en una pandemia paralela según dijo la OMS.En estos grupos negacionistas hay de todo. Es heterogéneo. Hay de izquierda con el tema del bio-poder capitalista y hay de derecha con el tema de “yo hago lo que quiero”, hay católicos y evangélicos que leen un poder demoníaco en los políticos.. hasta obispos he escuchado alertar sobre poderes oscuros detrás de la pandemia!!! (Y no precisamente los que acaparan vacunas) Cualquier argumento parece tener más peso que pensar que tal vez, lo que origina la pandemia, sea lo que ya se viene anunciando desde hace años: la devastación del planeta y la globalización borran fronteras biológicas. Los epidemiólogos llevan años alertando estas posibles pandemias, pero la conciencia prefiere imaginar películas terroríficas y conspiraciones fantasmales ¿Por qué adherir a explicaciones bizarras en lugar de las racionales? ¿Qué luz puede alumbrar en los abismos de nuestras creencias para impedirnos quedar coagulados en ellas?¿De qué realidades debemos verdaderamente protegernos? De esos charlaremos éste sábado en Radio Galilea. Construyendo de forma compartida una explicación que indague en primer lugar en nuestros propios miedos y narcisismos. Esa imperiosa necesidad de identidad dura que suele generar tantas distorsiones ideológicas. El libro del Génesis tiene claves muy interesantes para éste tiempo de la humanidad y para nuestra vida. Las compartimos en Aclaró, el programa que se emite a las 9.30 en Radio Galilea. Podés escucharlo también a las 18 y 23 hs.
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