Personas Trans. Amadas tiernamente por Dios… 15-04-2023

No sabía que tenía esa aprensión. Cuando la vi con su pelo pajoso fruto de enrubiarse a base de agua oxigenada, las uñas pintadas con un marcador y un rostro marcado con las cicatrices del dolor sentí un estremecimiento que trate de disimular por caridad. Algo parecido a este pensamiento me atravesó ¡parece un espantapájaros!

Las circunstancias sin embargo me llevarían luego a abrazarla, admirarla y descubrirla como una ser hermoso. Pocas veces he logrado ver con tanta claridad la presencia de un Cristo sufriente como en Laura, que nació varón y como tal había ido a parar a la cárcel de San Martín .Solo ese dato podría dar cuenta de su calvario, una ella entre tantos ellos…pobre presa y con sida. Sin ley aún que avalara su cambio de identidad los guardias la seguían llamando Rodolfo., entre otros epítetos, claro. Pero hay más: Laura tenía sida en épocas en las que reinaba un tremendo miedo a contactar con los enfermos. Los sidóticos presos tenían en ese entonces serios problemas para que les llegar la medicación de la cuál dependían sus vidas. Cuando alguno de ellos estaba con síntomas de peligro Laura se cortaba las venas de sus muñecas y amenazaba con tocar con su sangre a los guardias sino la llevaban ante un juez. Casi siempre lo lograba y así reclamaba los remedios para otros. Su propia sangre fue la llave de salvación para otros. ¡Sin metáforas!

Una vez vencida mi aprensión inicial, nos sentamos a charlar largo y tendido. A medida que la escuchaba me iba iluminando por dentro. Comprendí acabadamente cuán tiernamente era amada por Dios cuando le pregunté que necesitaba que pudiera llevarle:

-Cositas de mujer- me dijo- Alguna prenda, maquillaje lo que sea-.

Esta vez el estremecimiento fue distinto. Se me revelo esa identidad oculta detrás del espantapájaros pugnando por salir. Era un verdadero parto y yo un acompañante que podía ayudar a la dignidad de esa alma que peleaba a muerte por entrar en el mundo femenino.

Yo no tengo ninguna duda que el buen Dios la llamaba LAURA y sonriendo decía su nombre. NINGUNA DUDA me quedó, pero no podía racionalizar ese conflicto.

Me inicié luego en los argumentos de género. Aprendí sus conceptos complejos.Tengo sobre ellos miradas críticas, preguntas sin respuestas y también adhesiones. Pero sobre todo siento vergüenza como católica que a los trans se les de la comunión a escondidas para no escandalizar a los “cristianos”, que no entren en las iglesias o lo tengan que hacer pidiendo permiso, que no se los reciba en las comunidades o que se apele solo a la compasión. Fueron excluidas, despojadas de su lugar de dignidad: lo que restaura es la justicia no la compasión. Porque si hay algo que aprendí de Jesús en Laura es la dignidad. Una dignidad palpable de alguien que lo había perdido todo, todo menos su identidad.

Le llevé maquillaje como si fuera un sacramento (perdón por la herejía, sabrán comprender) le quise enseñar algunos recursos para lucir más bonita como aquel samaritano que volcaba aceite en las heridas del que estaba tirado al borde del camino, pero no me dejaron verla. Me daba cuenta que restaurar el rostro de su alma era darle alas para salir de esa prisión.

Las numerosas cicatrices de sus muñecas seguían allí denunciando la resistencia a un sistema inhumano, que sin embargo, se autodefine cristiano. Yo las toqué como Tomás, el incrédulo y también las besé como hará Jesús cuando se encuentre con ella. “Porque no hay amor más grande que dar la vida por los amigos” Jn 15,13

Relato esta experiencia para dejar claro que mi posición no parte de ninguna moda, ni discurso teórico, ni deconstrucción académica, aunque las conozca. Quiero ser parte de los que leen los signos de los tiempos y cuidar la evolución que hace el Espíritu Santo de llevar a que Cristo sea Todo en Todos. Colosenses 3:11 dice, “Ya no importa el ser griego o judío, estar circuncidado o no estarlo, ser extranjero o inculto, siervo o libre, sino que CRISTO ES TODO, y está en todos.”. “Todos, todos, todos adentro” diría Francisco.

Que se marchen, si no quieren, los que se escandalizan, que no son los pequeños, sino los usurpadores de un evangelio escandaloso por sí mismo. PRIMERO SE SIENTAN TODOS EN EL BANQUETE DE LA VIDA, después embriagados de alegría y dignidad, comencemos a teorizar…..si hiciera falta.

Te invito a compartir este sábado nuestro tema central sobre la inclusión de identidades sexuales diversas. Conversaremos con Pablo Rodríguez .Pablo estudió Trabajo Social y Sociología, es docente de la Universidad Nacional de San Juan e investigador independiente del CONICET. Master en Teología Latinoamericana. Su tema de tesis se titula: Respetadas tiernamente por Dios: vida y fe en mujeres transgénero.

También estará Darío Villareal. Sacerdote y párroco. Es licenciado en Ciencias Religiosas, Magister en Teología y Magister en Filosofía, Religión y Cultura Contemporáneas. Trabaja en formación psico-espiritual en centros de recuperación de consumos problemáticos de drogas y con el centro “Santa María Micaela” para mujeres en contextos de vulnerabilidad. Acabe de presentar el libro “Rostros, identidades excluidas y religión. Identidades vulneradas y experiencias de Dios en el margen de los caminos.”

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