Juan Víctor Sánchez es ingeniero agrónomo y vive en Corrientes capital, donde tiene un vivero bastante particular: está dedicado a plantas exóticas y nativas pero “raras”, es decir poco conocidas y que realmente merecen conocerse por sus cualidades ornamentales, alimenticias y de fácil cuidado.
“Toda mi vida planté, propagué y regalé plantines para que las personas las conozcan y que no se pierdan las especies”, resume Juan.
“Los factores detonantes para empezar a comercializar estas plantas fueron justamente mi pasión por ellas y mi sueño, que es conservar las especies. Esto, sumado a que al graduarme no vi que hubiera una gran oferta de trabajo y que varias personas empezaron a pedirme espontáneamente que les vendiera plantas, hizo que me decidiera a tener mi propio vivero y dedicarme a algo que me interesa realmente”.
Juan es muy claro al respecto y dice que en seguida comprendió que ser emprendedor le resultaba más rentable que otras actividades y que con la venta de plantas puede financiar sus estudios sobre las especies, lo que implica viajes, pruebas y recolección. También hay otro factor que Juan menciona al pasar pero que fue el inicio de todo: su amor por las plantas, sobre todo frutales, viene por su mamá que es brasileña y que al mudarse a Corrientes extrañaba la variedad de frutas de su tierra. Ese relato/deseo, evidentemente, prendió en su hijo.
El vivero está ubicado en Corrientes capital, con una unidad de propagación de 300 metros cuadrados. Y hay un dato curioso: las plantas “madres” coleccionadas por Juan están dispersas en unas 50 casas de Chaco y Corrientes. ¿Por qué? Porque en su momento había coleccionado muchas y, como no tenía espacio suficiente, las regaló y hoy recolecta material de esos lugares y los propaga en su vivero.
Ahora, aclara, con su familia adquirieron un lote con la idea de que a futuro sea una unidad de conservación y estudio, un vivero y un pequeño café para consumir productos orgánicos únicos cultivados ahí.
“En mi colección tengo cerca de 300 especies (nativas y exóticas) y en venta unas 80. Me falta infinidad recolectar. Es todo bastante difícil porque hay muy poca información disponible en Argentina sobre estas especies”, reflexiona Juan.
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