“Quería solamente vivir aquello que brotaba espontáneamente de mí ¿Por qué habría de serme tan difícil? “Herman Hesse
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Siempre he sostenido que la Iglesia Católica es sorprendente. Yo diría fascinante. Hay una tenaz insistencia tanto de mantener tradiciones como de ser capaz de romperlas. En ella los más conservadores de la retaguardia. En ella los más revolucionarios. No siempre a la vista pero encontrables para cualquiera que se interne en las zonas marginales de su campo universal.
Allí se encuentra esta monja carmelita que adopta travestis y transexuales como a sus amados hijos. No le bastó con “acariciar sus heridas” ciertamente conmovedoras y lacerantes como pude comprobar, también hizo suya la causa LGTB.
Alguien podría pensar que una monja así debería tener serios problemas con la jerarquía tanto de la Iglesia local como de su misma congregación, sin embargo es un perplejo y grato cuadro el ver toda su comunidad de hermanas apoyándola y sosteniendo una obra que sin dudar escandaliza los estereotipos : una monja circulando por los oscuros confines de la marginalidad trans donde tratan de sobrevivir prostituyendo sus sueños. Una monja con su hábito virginal y su sonrisa angelical, defendiendo como una leona a sus “chicas trans”No deja de sorprender el hecho de que ha sido recientemente elegida superiora de su comunidad, se ve que a pesar de todas la agresiones que ha tenido que soportar tanto ella como su comunidad, ha podido sostener en alto la primera regla de vida de cualquier cristiano: la caridad.
Antes de abordar en profundidad un nuevo debate de la sociedad argentina sobre la educación sexual integral, que ya está suscitando nuevas disputas y enfrentamientos, quise hablar nuevamente con la Hna. Mónica siguiendo un principio tanto cristiano como comunicacional: hablar “con” antes que hablar “de “. Atenta a que la sensibilidad del alma suele captar en mayor verdad que las teorías de la mente hoy está con nosotros la Hna Mónica. Le puso el cuerpo y el hábito al maltrato a las trans. Seguramente algo importante tendrá para enseñarnos sobre la sociedad en la que vivimos.
Gracias Gabriela por darnos esta oportunidad de escuchar las dos campanas. Yo me identifico con el minuto 55, tratando de hacer vida el Evangelio, pero no aceptando otros adoctrinamientos, y menos para mis nietos de 4-5 años. He tenido de empleados a sidóticos, y no solo yo sino mi madre y mis hijos (pues eso aprendi y eso enseñé), y hemos tomado hasta mate con ellos. Y fue el Evangelio el que nos nutrió, porque te hablo de varias décadas atrás. Y creo que la hermana Monica también ha sabido hacer vida el Evangelio. Pero, mi humilde opinión es que no necesitaríamos otros adoctrinamientos laicos y/o ateos y/u oficiales, si el Evangelio se pudiera difundir mejor y hacerlo vida; ¿que hay en la Iglesia quienes no lo hacen? Si, en todas las épocas hubo. Gracias Hemana Monica. Sos una leona. He llorado escuchándote. Lamento el sufrimiento de mis hermanas trans, y desde hoy las tendré a ellas y a vos también en mis oraciones. Y también oraré porque los creyentes hagamos vida el evangelio. Que con eso sería suficiente. Creo. Gracias.
Buenas tardes, quería saber si cuentan con un contacto de la Hermana Mónica, a donde poder escribirle. He sabido que tuvo que cerrar su perfil de Facebook.
Desde ya, muchas gracias. Bendiciones!!!