Con la ilusión y la ambivalencia de devenir abuelas, las mujeres maduras nos disponemos a afrontar esta nueva etapa procurando ofrecer a nuestros nietos lo que quizás no pudimos ofrecer a nuestros hijos: tiempo disponible.
Sin embargo, la abuelidad tiene un objetivo mucho más pleno y necesario, que es la función de transmitir los secretos de la maternidad a las mujeres más jóvenes, ofreciendo nuestro conocimiento acerca del mundo interior ya que ahora no necesitamos alimentar al niño, sino que superamos ese rol nutriendo espiritualmente a la comunidad de mujeres Es posible que en el pasado hayamos padecido situaciones penosas y a partir de esas vivencias hoy podamos optar entre dos posturas: ser duras y críticas desaprobando el modo en que ellas crían a sus hijos –con lo cual nuestras hijas necesitarán distanciarse de nosotras- o bien abrir el corazón con nuestra experiencia de antaño a cuestas y ponerla al servicio de las madres jóvenes apoyándolas, comprendiéndolas, aceptándolas, amándolas y admirándolas. Y así constatar la cercanía y el entendimiento que podemos producir entre las diversas generaciones, cosa que redundará a favor del niño.
Este jueves en Radio Galilea charlamos de abuelidad.a las 9.30, 18 y 23 hs