“Soy un libro de nieve,
una espaciosa mano, una pradera,
un círculo que espera,
pertenezco a la tierra y a su invierno. “
Pablo Neruda
Pertenecemos a la tierra. Podemos ignorar la filiación de nuestro barro o saborearlo como un buen libro. Yo elijo lo segundo. En la tierra y el cielo hay también palabra sagrada. Los antiguos supieron escucharla y antes de emerger a la intemperie de la modernidad, de un mundo de cosas opacas y mudas, cultivaron el arte de contar las historia que la tierra les susurraba. Los mitos.
El invierno es un arquetipo de inagotables relatos. Uno de ellos, el mito de Perséfone y Deméter, es extraordinariamente bello y decidor. Tiene que ver con el descenso al inframundo y con el retorno a la luz. En lenguaje místico “la noche oscura de la fe”
Elizabeth Kübler-Ross famosa tanatóloga y escritora dijo: «Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, han conocido el sufrimiento, han conocido la lucha, han conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que las llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada.»
Las religiones y mitologías antiguas relacionaban el invierno con el triunfo de la luz sobre las tinieblas ya que precisamente el avance de la luz comienza en el solsticio de invierno.
Pasar este tiempo supone aprender a ver en la oscuridad, viendo mucho lo que vive en la raíz, como la savia que se sumerge en la tierra adentro., quemando, curando, sanando, en silencio, poco a poco, lento, con el fuego sagrado encendiéndose de unas brasas casi apagadas, en el santuario interior, en la cueva.
Te propongo charlar sobre éste tema a partir del mito de Demeter y Perséfone, en Radio galilea éste martes a las 9.30, 18 y 23 hs.
También podés escucharlo después entrando en www.radiogalilea.com.ar opción programas emitidos.
Andá preparando el fueguito, traé tu leño. La luz vencerá. Lo dice la tierra, el cielo y la palabra de Dios.
