Corria el año 2006. Estaba en Florencia Italia y entré en la catedral de Santa María del Fiore . Estaba completamente vacía y apenas iluminada. En un costado brillaba, más por el contraste con la penumbra reinante que por la intensidad de la luz del confesionario, un sacerdote solo sentado en su pequeño habitáculo, con sus vestiduras listas para el sacramento de la reconciliación. Pero no había nadie queriendo reconciliarse. Ni lo hubo durante la hora que estuve allí.
En cambio sí ingresaron grupos de turistas, con sus cámaras de fotos y celulares, convirtiendo por su sola presencia, el templo en un museo. La imagen quedó grabada en mi corazón y abrió la necesidad de llorarla sin argumentos ni explicaciones.
Por eso me sentí muy identificada con el título de esta obra del P Jorge Oesterheld.
El objetivo de estas reflexiones es detenernos unos momentos a observar un fenómeno que, si es analizado en profundidad, puede ofrecernos pistas claves para el crecimiento personal y comunitario. Seamos creyentes, no creyentes, personas que no saben si creen o tengamos mucha fe, aunque también muchas dudad, sea que vayamos a misa todos los días, de vez en cuando o nunca, en cualquier caso, ¿qué nos dicen las iglesias vacías?
Ya sean pequeñas chozas a punto de derrumbarse, inmensas catedrales repletas de turistas o parroquias clausuradas, siempre tendrán algo que decir a quienes están dispuestos a escuchar.
Será consolador, nutritivo e interpelante conversar con P. Jorge ES un interlocutor de mirar profundo y sin esquivar desafíos antes bien, el solo elegir este tema habla de su disponibilidad a pensar lo doloroso con claridad y coraje.Jorge Oesterheld es sacerdote católico de la diócesis de Morón, licenciado en Sociología Universidad Pontificia Salamanca. Vicario general de la diócesis y párroco de la parroquia Señor del Milagro, Morón. Director Portal Vida Nueva Cono Sur.
