La Revuelta de Mujeres en la iglesia es un movimiento de mujeres creyentes nacido en los diferentes territorios del estado español, que denuncia la discriminación de las mujeres en la Iglesia católica y propone una reforma de la misma desde la perspectiva de las mujeres. Aglutina a mujeres de larga trayectoria eclesial y también a jóvenes, involucradas en los diversos feminismos. Además de en grupos específicamente de mujeres, en los que trabajamos desde los parámetros de la teología feminista, estamos insertas en diferentes parroquias y comunidades, así como en movimientos eclesiales (HOAC, Comunidades de Vida Cristiana, comunidades de base, etc.) y algunas congregaciones religiosas. No somos recién llegadas.
CHARLAMOS CON: Pepa Torres, Teóloga y religiosa Apostólica del Sagrado Corazón de Jesús, vive en una comunidad intercongregacional en el madrileño barrio de Lavapiés. Allí apoya los movimientos sociales y la defensa de los derechos humanos, especialmente desde la Red Interlavapiés.
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Ir a descargarLa Revuelta de Mujeres en la iglesia denuncia la discriminación de las mujeres en la Iglesia católica
En este sentido, la Revuelta de las mujeres en la iglesia no cae del cielo, sino que nace de una complicidad compartida y sororal: la de Sophia de Dios y la siembra terca y resiliente de los colectivos de feministas cristianas en nuestro país desde hace más de 35 años. Colectivos como El Foro Ecuménico de mujeres (FEM), La Red estatal de Mujeres y Teología, La Asociación de Teólogas Españolas, la Red Miriam de Espiritualidad Ignaciana Femenina, Dones creyents, Asociación Mulleres Cristiás Galegas Exeria, etc., y muchos otros. En esta siembra paciente y tenaz hemos ido poco a poco creando espacios de reflexión, acompañamiento, espiritualidad, celebrativos, publicaciones, etc., así como una importante red entre nosotras. Todo este proceso nos ha ido fortaleciendo y empoderando como un sujeto eclesial activo y crítico, convencidas como diría San Ireneo, interpretado con perspectiva de género, que la gloria de Dios es que las mujeres vivan y lo hagan en abundancia.
En este humus, entre octubre del 2019 y enero del 2020, nace la Revuelta de las mujeres en la Iglesia de Madrid y la plataforma Alce la veu, en Barcelona, movimientos confluyentes, aunque con nombres distintos desde la singularidad cultural de cada uno de ellos. El movimiento inicia su gestación en el contexto de las huelgas feministas convocadas el 8 M, y en el que muchas de nosotras y nuestros grupos participamos activamente, así como en diferentes convocatorias donde activistas cristianas feministas nos vamos encontrando en esos años. Nombro algunas de ellas por ser especialmente significativas: El XXII encuentro de Mujeres y Teología, celebrado en Zaragoza, en el año 2018; los 25 años de la publicación del cuaderno Cuándo las mujeres se sienten Creyentes y feministas convocados por Dones HOAC de Barcelona (2018), o la presentación del libro coral Mujeres, Espiritualidad y Liderazgo en la sede de Cristianismo y Justicia, también en Barcelona (2019).
En los diálogos mantenidos aparece siempre un malestar que se torna pregunta incómoda: estamos movilizadas en la sociedad civil ante la situación de las mujeres, pero ¿para cuándo la reivindicación y la propuesta al interior de nuestra iglesia misma? ¿Cómo empujar una reforma desde las perspectivas de las mujeres y con una profunda inspiración evangélica? ¿Cómo hacerlo con la mirada puesta en Jesús y su práctica liberadora y transgresora con las mujeres de su tiempo y su contexto? ¿Cómo hacerlo desde el potencial y el bagaje que la cultura de los feminismos ha aportado a nuestra condición de mujeres cristianas?
Las movilizaciones de las mujeres alemanas del movimiento Maria.2.0 con la boca amordazada, así como la indignación experimentada ante la negación del voto de las mujeres en el Sínodo de la Amazonia y el lanzamiento del vídeo de varias religiosas españolas, que se hizo viral, apoyando la huelga feminista, fue la chispa que encendió el germen de la Revuelta.
Las primeras en lanzar una propuesta de organización fueron las compañeras de Barcelona, que lanzaron una convocatoria abierta de mujeres para analizar y movilizarnos ante la discriminación en la iglesia. De este modo nace Alcem la veu, que rápidamente se pone en contacto con compañeras de Madrid que secundan la respuesta y la difunden y movilizan por más lugares de la geografía española. Así estalla La Revuelta de mujeres en la iglesia, hasta que la igualdad se haga costumbre, que se coordina desde su inicio con grupos internacionales como el colectivo latinoamericano Tras las huellas de Sophia o Voices of faith. Nos aglutina un comunicado en el que planteamos demandas urgentes de reforma en la iglesia que pongan fin a nuestra discriminación y una acción mundial propuesta por Voices of faith: una concentración creativa el 1 de marzo del 2019 en la puerta de las catedrales de nuestras ciudades.
La pandemia, lejos de debilitar el movimiento, nos ha hecho más creativas y fecundas. Hoy estamos presentes en más de 19 ciudades de España y con una fuerte organización a nivel mundial. A la vez tenemos una presencia muy activa en el comité ejecutivo mundial de la preparación del Sínodo mundial de mujeres [1] (Catholic womens council), cuyas propuestas están recogidas en el documento Voces de mujeres voces de todo el mundo.
Estas aportaciones son fruto de un trabajo permanente de talleres que muchas mujeres en muchos lugares del mundo hemos hecho a lo largo del curso pasado en relación con cinco temáticas que nos parecen de urgente abordaje para una reforma radical de la iglesia desde la perspectiva de género: 1) situación de las mujeres en la iglesia; 2) poder, participación y representación; 3) estructura y transparencia; 4) vida sacramental; y 5) resistencia y esperanza.
Hoy estamos presentes en más de 19 ciudades de España y con una fuerte organización a nivel mundial
El pasado mes de octubre, una comisión internacional, con representación española, entregó este documento, en propia mano, en Roma, a Natalie Becquart, subsecretaria del Sínodo de los obispos, para asegurarnos que llegará directamente al papa Francisco. Al mismo tiempo, estas propuestas están siendo registradas en todos los obispados donde la Revuelta tenemos presencia y en la propia Conferencia episcopal, convencidas de que no habrá sinodalidad sin las aportaciones de las mujeres feministas cristianas, porque, como decimos en una de las consignas que coreamos en nuestras movilizaciones, nosotras somos el cambio.
Recientemente acabamos de publicar un libro en colaboración con compañeras de otros continentes, como la teóloga brasileña Ivonne Gevara, la india Kochurani Abraham o la aymara Sophia Chipiana Quispe, contando la historia del movimiento a nivel mundial y nuestras reivindicaciones y complicidades sororales, que ha agotado su primera edición en menos de dos meses[2].
Vivimos un tiempo a la vez de siembra y de cosecha porque, aunque la iglesia apenas ha cambiado desde el Vaticano II en lo que se refiere a las mujeres, las que sí que hemos cambiado hemos sido las mujeres cristianas. Nos hemos hecho mucho más combativas y resilientes desde la fortaleza y el enraizamiento en una tradición silenciada, como han sido las genealogías femeninas en la iglesia y el bagaje de la teología feminista. Nos hemos hecho expertas en sembrar cambios y acompañarlos a base de transgresión y desobediencias. Por eso estamos convencidas que “Lo que otras plantaron, nosotras cosechamos. Plantaron libertades, sueños, desmanes, quejas, lo nuevo, lo porvenir. Les dijeron que no crecería, pero plantaron. Las llamaron locas, pero plantaron, y como lo plantado tenía raíz fuerte (…) todo llegó a nosotras [3]. Del mismo modo La Revuelta de mujeres en la iglesia es hoy una experta sembradora de lo inédito en una iglesia todavía demasiado temerosa al poder de lo femenino en ella. Pero somos atrevidas y seguimos y seguiremos forzando cambios hasta que la igualdad sea costumbre.
[1] https://www.catholicwomenscouncil.org/es/rome-2021
[2] AA.VV., La Revuelta de las mujeres en la iglesia, La Imprenta, Madrid 2022.
[3] Slogan del Grupo editorial feminista “horas y Horas”, en su colección La cosecha de las mujeres.
Pepa Torres Pérez y Marisa Vidal