Creando una cultura del cuidado y la protección
Todos somos responsables de saber dónde está nuestro hermano, nuestra hermana (cf. Gn 4, 9). Con discernimiento y profundidad, se nos invita a reflexionar sobre un tema que nos desgarra por lo doloroso e inexplicable. Pero es necesario abordarlo, buscando caminos de verdad y justicia, inclinados hacia el otro, hacia la otra con ternura evangélica, humanidad y hermandad.
La Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos tiene como misión integrar en dinámica de comunión, articulación y corresponsabilidad a la Vida Religiosa del Continente, para que, en docilidad al Espíritu de Jesús, viva con sentido, radicalidad evangélica, pasión profética y misionera su vocación y sea cauce de compromiso solidario con las causas que en el Continente necesitan transformación.
La CLAR promueve, coordina, anima las iniciativas y servicios comunes de las Conferencias Nacionales. Fomenta la comunión, la mutua colaboración entre las Conferencias Nacionales que animan a los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, establece una oportuna coordinación y cooperación con el Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, con las Conferencias Episcopales Nacionales y con los Obispos de cada país miembro.
Su misión es integrar en dinámica de comunión, articulación y corresponsabilidad a la Vida Religiosa del Continente, para que, en docilidad al Espíritu de Jesús, viva con sentido, radicalidad evangélica, pasión profética y misionera su vocación y sea cauce de compromiso solidario con las causas que en el Continente necesitan transformación.
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